Lisboa es tranvías amarillos, miradores con vistas increíbles, callecitas adoquinadas llenas de color y también aires nostálgicos. Lisboa es muchas cosas más, pero sobre todo Lisboa es bella luz. Tiene una luminosidad especial y con esa luz la recorrimos un par de días a principios del verano y hoy se los comparto.

Antes de llegar propiamente a Lisboa, paramos en Belém, un barrio situado a orillas del río Tajo, al oeste de la ciudad, ya casi en las afueras. Belém se destaca por ser uno de los lugares de referencia para el estilo gótico manuelino: un tipo de arquitectura portugués, evolución del gótico, caracterizado por una presencia importante de elementos decorativos propios. Su origen data de finales del siglo XV.  Justamente Belem alberga dos de las mayores obras de la arquitectura manuelina portuguesa: el Monasterio de los Jerónimos y la Torre de Belém.





El Monasterio de Los Jerónimos (Monumento Nacional y Patrimonio Mundial de la UNESCO) fue construido en este estilo a principios del siglo XVI, para conmemorar el regreso con éxito del navegante Vasco da Gama de su expedición por la India. En él podemos visitar la iglesia y, previo pago de una entrada, el claustro, de los más lindos que tuve la suerte de visitar. El nivel de detalle es realmente único.






Si el Monasterio de los Jerónimos es la principal obra religiosa del estilo manuelino, a algo menos de un kilómetro de distancia nos encontramos con otra obra de referencia de la arquitectura militar del mismo. La Torre de Belém nació como una torre de defensa y, lejos de mantener su función original, es ahora un monumento nacional. Se puede visitar por dentro, pero nosotros sólo la vimos por fuera.


La verdad que con el día tan tan gris, no se destacaba tanto... pero nuestra última tarde en Lisboa volvimos a pasar y el cambio es notable. Se veía hermosa con el Tajo de fondo, el sol cayendo y mucha onda con algunos espectáculos musicales callejeros que nos hicieron disfrutar doble ese ratito.
En Belém se encuentra también otra de las estampas típicas de Lisboa: El Monumento a los Descubridores, que representa a algunos de los principales navegantes portugueses de la historia. 



Y, por supuesto, Belém es también famosa por la fábrica de los conocidos Pasteles de Belém. Se trata de una variedad de los pasteles de nata típicos portugueses, con una receta especial, única y secreta de esta fábrica que hace que sean únicos en la ciudad. Son increíbles! Compren de más, no sobran nunca!



Después de dejar nuestras cosas en el hotel (vean abajo mis comentarios) fuimos a la ciudad. Estacionamos el auto en un parking por Plaza Restauradores y empezamos a caminar y descubrir  Lisboa, comenzando por La Baixa:  el corazón del centro histórico de la ciudad.

La Baixa es la parte llana de la ciudad y se caracteriza por sus calles rectas en forma de cuadrícula. Este trazado urbano no es el original de la ciudad, ya que las olas provocadas por un fuerte terremoto a finales del siglo XVIII arrasaron la ciudad y tuvo que volver a ser reconstruida por el Marqués de Pombal siguiendo las costumbres urbanísticas de la época. La Baixa va desde la Plaza de Don Pedro IV  conocida como el Rossio– por el norte, hasta la orilla del río Tajo, por el sur; y está limitada al este y al oeste por las colinas que albergan a los barrios de Alfama y el Chiado respectivamente. 

Hay cantidad de construcciones increíbles, como la estación de Rossio, o el Teatro Edén. Nosotros atravesamos la plaza Don Pedro IV (en uno de sus lados está el clásico Café Nicola) y fuimos caminando por Rua Augusta hacia el río.




La rua Augusta es peatonal, y es la calle turística por excelencia, con cantidad de restaurantes y tiendas. Ya llegando al Arco de Rúa Augusta, Lisboa decidió que era hora que la conozcamos con sol.



El Arco es imponente, tanto como la Plaza de Comercio o Terreiro do Paco, una de las mayores plazas de Europa. Los edificios de fachadas amarillas rodean tres de sus cuatro laterales, quedando abierto el sur al río, al que podemos acceder a través de unos escalones.




La plaza es bellísima! Lamentablemente había cantidad de gazebos (supongo por algún evento) y molestaban un poco la vista. De todos modos, es tan inmensa como linda. Y vista desde el río, con esas escalinatas que van bajando, debe ser imponente! Estaba tan lindo el sol que nos quedamos un rato sentados ahí, a orillas del Tajo, descansando y agradeciendo estar en este lugar.




Decidimos visitar luego el barrio de Alfama, ubicado al este de la Baixa.
Alfama es un barrio de callejuelas, el más antiguo de Lisboa, y cuenta con una importante tradición de fado (el típico canto nostálgico portugués). Recorrer sus callejones es tener una imagen de la Lisboa más tradicional. 
Enseguida empezamos a subir y ejercitar piernas, mientras iba y venía el tranvía 28 y nos tentaba a subirnos :) Pasamos por la Sé, la Catedral de Lisboa. Y también por la Iglesia de San Antonio. (Sí, el de Padua, el mismo al que le rezan las que buscan novio! No nació en  Padua, Italia (allí murió), sino en Portugal y hay festividades enormes en su día).





Lisboa es una ciudad que, por sus colinas, ofrece vistas hermosas desde cantidad de miradores. En Alfama, se destacan el Mirador (Miradouro) Santa Luzía, el de Portas del Sol y el propio Castelo San Jorge. El Mirador de Santa Lucía estaba en reparaciones, pero no me quejé al tener estas vistas desde el muy cercano Portas del Sol.




Finalmente llegamos al Castelo San Jorge, construído a finales del siglo XVIII, pero las murallas que lo soportan datan del siglo XIV. Había leído que tiene vistas hermosas desde su Mirador por lo que pagamos la entrada y lo recorrimos. Creo ya estábamos muy cansados por lo que nos resultó bastante agotador y aunque esperábamos algo más, de todos modos valió la pena.






Más allá del Castillo y el Mirador, estuvo buenísimo caminar por Alfama. Subir y bajar por sus callecitas en una tarda soleada del comienzo del verano fue una lindísima experiencia aún a pesar del cansancio.







Mientras decidíamos donde ir a comer algo, los últimos rayos de sol iluminaban la ciudad y supe que la luminosa Lisboa nos había empezado a cautivar en esta primer tarde recorriéndola.


Espero les haya gustado! Pronto la segunda parte.
Buen Lunes!




Más info:
https://www.visitlisboa.com/es

* Caminar, subir, bajar y algunos tips :)
Nosotros no tomamos tranvía en Lisboa (el clásico  iba siempre lleno y preferimos caminar), pero si Ascensores, así llaman a los funiculares que salvan pendientes TREMENDAS. Tampoco tomamos metro PERO, un gran tip: desde la Baixa, si quieren subir hasta el Chiado evitando la gran pendiente, entren a la estación de metro sólo para ir por adentro. Sus pulmones y piernas agradecerán a los pasadizos y escaleras mecánicas que te conducen al Largo de Camoes con mucho menos esfuerzo :)

* Dormir
Nos alojamos en el Holiday Inn Express Lisbon, Alfragide 
El hotel queda alejado del centro, y la verdad sólo lo recomiendo si tienen auto y si lo consiguen como nosotros a un muy muy buen precio. Yo siento que me faltó un poco sentir el ritmo de la ciudad, sobre todo estando unas pocas noches.

* Comer
Como ya les comenté, la comida en Portugal es muy rica, sobre todo si te gusta el pescado! Si van en verano como nosotros, no dejen de tomar sangría. Probamos de vino blanco, rosado... todas increíbles! Como toda gran ciudad, Lisboa está llena de opciones de todo tipo. La zonas que más me gustaron están en el Barrio Alto,  por la Iglesia de Carmo y la Rua Diario de Noticias, esta última no puede más de la onda.
Recomiendo la Cervejaria Trindade: un antiguo monasterio donde los mozos te sirven vestidos de frailes. Hay muchos locales además de turistas, algo que para mí siempre un buen signo.
Otra noche comimos muy bien en Cocheira Alentejana, sobre la Rua Diario de Noticias donde hay un restaurante al lado del otro. Justo enfrente hay un Wine Bar que nos encantó: The Old Pharmacy Wine Inn, para tomar algo o degustar oporto, todo con una deco de farmacia vintage increíble.

* Visitar:
Además de los barrios del centro históricos de la ciudad, divinos para recorrerlos a su ritmo, un imperdible para visitar desde Lisboa es Sintra. Nosotros fuimos por el día y la visita a sus Palacios es espectacular - pronto les cuento más!
También se pueden visitar Cascais, de las playas más lindas cerca de la ciudad y Estoril, famosa por su Casino (bastante feo estéticamente) y sus casas señoriales.

Belem
Desde Lisboa se llega con el tranvía número 15 que sale de la Plaza da Figueira, atraviesa casi toda la Baixa y va paralelo al río Tajo desde Cais do Sodré. Hay también una estación de tren de cercanías y varias paradas de autobuses. Si van en auto, como nosotros, no es muy difícil conseguir para estacionar. 
- Monasterios de los Jerónimos y Torre de Belem