Después de un 2020 tan desafiante en todo sentido, empezar el año en la ruta fue el mejor regalo de cumple que pude tener! Es que justamente, así fue como empecé a caminar un nuevo año: con un viaje, una escapada al mar!


El 31 de Diciembre fue mi Cumple, celebré con familia y el 1ero de Enero partimos. Después de largos meses y habiéndolo decidido con pocos días de antelación, nos fuimos a visitar familia, tomar aire de sierras y de mar. Renovarnos y llenarnos de energía para lo que viene. El 2020 nos enseñó a no dar nada por sentado y a vivir en presente. 


Esta vez, los girasoles le disputaron la cantidad de fotos y videitos al mar. Todas las flores nos roban sonrisas, pero no sé por qué los girasoles gustan tanto y nos despiertan tanta alegría. Supongo que ese amarillo intenso y su característica de buscar al sol mientras crece y se desarrolla... Creo que de alguna manera nos comparten y contagian algo de toda esa energía linda, no?! Fue un placer habernos cruzado con tantos campos de girasoles, tantos colores y cardos en flor... 







Hay muy lindos campos para fotear entre Rauch y Tandil, en la ruta 226 y todo el camino entre Miramar y Tandil pasando por Balcarce. Para mí, el último tramo llegando a Tandil de ese camino es de los más lindos! Ni les digo a la hora mágica. Un atardecer único! 




Y el mar?! qué decir! Me emociona y energiza siempre encontrarme con el mar! No tuvimos días espléndidos, pero disfrutamos igual muchísimo. El depto donde nos alojamos tenía una vista al mar que es TODO. Nos dormimos y nos despertamos con ese sonido único. 







Con días lindos o feos, el Vivero Dunícola es de mis lugares preferidos de Miramar con sus acantilados, sus plantas y bosque. A pocos kilómetros también se puede visitar Mar del Sur y el Bosque Energético (esta vez no fuimos porque una de la tardes nubladas explotaba de gente y preferimos obviarlo). Pero si disfrutamos todos los días, bellas caminatas hacia el vivero. Placer!






Para el Norte, saliendo de Miramar o llegando si vienen desde Mar del Plata, está Miramar Links, una cancha de golf de la onda de las escocesas. Está justo sobre la ruta, y su club house es un edificio de esos con historia, muy lindo. Tiene una galería cerrada mirando al mar que es soñada. Está un poco necesitado de mantenimiento, pero no deja de ser buen plan tomar un café y llenarnos la vista de rincones inspiradores: los pisos, las aberturas, los muebles y las pajareras antiguas que siempre quedan divinas si no tienen habitantes, claro!




Saben lo que amo viajar. Los kilómetros, los mates ruteros, el mar, las fotos viajeras... todo eso y más después de tantos meses fueron la gloria. Ojalá tengan la oportunidad de alguna escapada, por más mini que sea hace bien ♡ Y a seguir cuidándonos, donde sea que estemos.




Más info:
📍 estuvimos en Miramar, nos alojamos en un depto de unos primos de J que tiene esta vista increíble y que aún con los varios días fríos y ventosos que nos tocaron, disfrutamos tantísimo!
🏖 Gente había, pero no como un Enero normal. De todos modos, nosotros somos de ir a la mañana a la playa y a la tarde buscábamos las playas del norte, que son divinas y más amplias para no amontonarse! Casi no fuimos a la peatonal ni salimos a comer afuera. Hicimos vida muy tranquila
😋 Comimos muy rico pidiendo delivery a algunos de los restaurantes que nos gustan: El Pescador Romano, Fortunato, Nanni. Infaltables las medialunas de Hugo Chocolate Sosa para el desayuno y/o mates en la playa. Son TREMENDAS 🥐🥐 Esta vez no fuimos a por los panqueques de Mickey, pero son un gran clásico miramarense. Pueden ver más datos y amor por Miramar en este post de Instagram