Muchas veces uno encara una transformación por el simple hecho de renovarse.  Después de más de 20 años de casados, Verónica y Daniel deseaban darle nueva vida a algunos de sus muebles y fui la elegida para hacerlo, tarea que disfruté mucho y hoy les comparto.


Los muebles estaban impecables, pero sobre todo Verónica ya no podía ver más tanta madera. Intentaron venderlos, pero lo que podían obtener no lo justificaba y así fue como se les ocurrió renovarlos. Evaluamos varias opciones y decidimos ir por colores y técnicas distintas para cada caso. Lo que sí fue común a todos fue la alegría que tenían ambos al ver los resultados!


La primera en llegar al #tallerVP fue la cómoda, a la que decidimos pintar de gris, teniendo en cuenta los planes de textiles que tenía Vero para su cuarto. Jugamos con un tono más claro del mismo gris para los cajones y mantuvimos los tiradores.



Tan rotundo fue el cambio que me preguntaban si había hecho algo con los tiradores porque los veían más lindos! Claro que los limpié un poco antes de volver a ponerlos, pero el gran secreto es el efecto del color y de renovarse, de volver a estar de estreno.






Luego fue el turno de las mesitas de luz, un modelo clásico, de roble enchapado igual que la cómoda. Como van a empapelar de gris la pared donde irán ellas, nos pareció que color hueso con leves desgastes era una buena opción. Y la verdad quedaron super lindas y luminosas.



 Al igual que con la cómoda, decidimos no pintar el interior de los cajones (estaban impecables!) sino sólo el frente y acá también mantuvimos los mismos tiradores. El blanco siempre es buen plan, no?!



Con el cuarto totalmente renovado, llegó la última "víctima": la mesa de comedor. Ya tenían decidido cambiar las sillas de estilo por unas Eames. Y sobre todo Verónica quería bajar la cantidad de madera en ese sector! Nos encantó la idea de pintar el pie, algo que siempre queda lindo en las mesas tipo Sheraton. A mí me encanta como queda con la tapa lavada, pero en este caso no era opción y por eso les propuse lavarla y blanquearla. Una especie de término medio :)


Las fotos no son buenas! Pero al menos para que vean como quedó. La mesa se desarmaba toda por lo que fue un placer para trabajar, pero para las fotos, tuve que hacer un poco de equilibrio y armar sólo una mitad en cuanto estuvo lista. Les dejo algunas fotos del proceso


Elegimos un color crema para los dos pies y el aro. Y la tapa (que se divide en dos + los alargues) la blanquée luego de lavarla con Foresta Hidroadvance Oldest  de Sinteplast + unas gotitas de negro y blanco para lograr un blanqueo más notorio como quería Verónica.
Me encantó como quedó además de que al ser un impregnante, es una buenísima protección para una mesa que se usa mucho. 


Me gusta que asomen las vetas de la madera pero que a la vez quede como suavizada. A mí me copó el resultado (tanto que terminé pintando algo en casa!) y por suerte a Verónica y a Daniel también les gustó. Esta foto me la mandaron una noche, a los pocos días, con las nuevas sillas recién llegadas.


Me encanta ser parte de los makeovers de distintos muebles porque inevitablemente, todo el espacio cambia para mejor. Y no sólo cambia el espacio. Renovarse siempre es buena noticia!
Gracias Vero y Daniel por la confianza, disfruté mucho trabajar juntos!


Un placer haber pasado varios días de Octubre con estos makeovers.
Espero les haya gustado! 
Buen Miércoles!