Saben que amo viajar y que le dedico muchos posteos de este blog a mis vivencias viajeras.  Hoy es el Día Mundial del Turismo y tuve ganas de homenajear y charlar un poquito de la la profesión que elegí hace tantos años y que inevitablemente va de la mano con mi gran pasión que es viajar.


Quizás los nuevos lectores/seguidores no sepan que soy Licenciada en Turismo! Sí, estudié en la Universidad del Salvador y salvo algunas excepciones, me dediqué siempre al Turismo Receptivo, que es "vender" Argentina en el exterior. Viajé mucho, siempre, por placer y también por trabajo y si bien hace 10 años decidí dejar de trabajar full time en Turismo y explorar otros caminos, sigo considerando a esta actividad como un motor económico enorme que brinda cantidad de oportunidades si se realiza con responsabilidad, respetando las comunidades locales y el medio ambiente. El famoso Turismo sustentable.




Pero más allá de eso, el Turismo es para mí la mejor "excusa" para el encuentro con el otro. En un mundo donde cada vez nos distanciamos más, donde nos da miedo lo diferente, donde prima el egoísmo y el mirarnos el ombligo... en ese mismo mundo hay cada vez más oportunidades de viajar. Y por suerte, cada vez más gente ve en el viajar la mejor oportunidad de conocer otros lugares, otras culturas. Probar nuevas comidas, escuchar otra música, saludar en otro idioma. Encontrarse con otros, tan diferentes, tan parecidos... y encontrarse uno mismo.
Personalmente, la gente viajera me cae mucho mejor. Es que cualquier viaje, si uno se deja, te transforma. Te abre la cabeza, te expande la mirada, te agranda el corazón.
Ojalá que sin importar nuestro destino, seamos cada vez mejores viajeros: más respetuosos, más exploradores, más abiertos, más justos, más sustentables, más agradecidos. Y como buenos viajeros, también seamos cada vez mejores anfitriones en nuestra Argentina o donde sea que vivamos. Seamos más limpios, más simpáticos, más altruistas, más entusiastas.
Feliz Día del Turismo a todos mis ex colegas y a todos los que amamos viajar!




YAPA
El texto que sigue lo escribí hace ya largos años acá en el blog. Las vueltas de la vida (o un padre baboso) hicieron que llegara al Suplemento de Turismo del Diario La Nación. Sí, antes de aparece en Revista Ohlalá, LN Casa o Revista Living, VP estuvo en el Suplemento de Turismo. En realidad, es lógico, sigue la misma línea de mi camino. Más allá de la anécdota, cada vez que lo recuerdo y lo leo, es como si lo estuviera escribiendo ahora mismo y quizás explique un poco mi pasión viajera.


En Diciembre de 1983, después de Navidad, partimos en tren a Perú. Fuimos en tren por diversas razones que no vienen a cuento, lo increíblemente genial es que en esa época había trenes para larga distancia y en buenas condiciones! Qué nostalgia...
En pleno viaje, cumplí mis 9 años! Sí, nací un 31 de Diciembre, y ese cumple arriba del tren, fue uno de los más divertidos que recuerdo. Había una mezcla interesante de gente incluidos muchos mochileros jóvenes. Comimos turrón entre todos, brindamos al son del traqueteo del tren, me cantaron el Feliz Cumpleaños en distintos idiomas... muy loco todo. Y a pesar de ser de chica bastante tímida y miedosa, recuerdo esa admiración por esos chicos viajeros y ese deseo de ser algún día como ellos.
Fue un viaje increíble: hubo más anécdotas, encuentros maravillosos con una familia que casi no conocía, amistad-hermandad con mi adorada prima Kathy, días de playa en el helado Pacífico, experiencia de mini temblores, nuevas comidas, vuelta x Chile donde descubrí en el desierto de Atacama el cielo más azul y estrellado que jamás había visto y más, mucho más.
Mirándolo a la distancia, creo que dentro mío se despertó en ese viaje esa llamita viajera que hasta el día de hoy tengo y creo/espero no perder jamás.
Sin saberlo en ese momento, esa Vero chiquita descubrió que su mundo no tenía límites, que con ese viaje se había recibido de viajera, y que jamás iba a abandonar esas ganas de conocer nuevos horizontes, de descubrir nuevas culturas. Esas ganas de asombrarme ante un volcán, un glaciar o un cuadro de Monet. Esas ganas de compartir mini momentos con la gente local y otros viajeros.
Agradezco haber vivido ese viaje, que esa niña tímida arriba de un tren haya dado lugar a una mujer viajera bastante más osada. Agradezco tener padres viajeros (se conocieron en un viaje en tren, 100% de película!), familia viajera, muchos amigos viajeros y sobre todo, un marido super viajero con el que amo compartir mi vida y cada viaje!