Guada es una clienta de hace tiempo y este verano me contactó para renovar varios muebles de su living comedor. Lavamos algunas superficies, pintamos otras y ahora todo se ve como nuevo! Les comparto estas transformaciones.


Además de haber trabajado super cómoda como cada vez que hice cosas para Guada, esta vez mi trabajo cobró mucho más sentido. La vida le presentó una prueba difícil y entre otras cosas, ella eligió hacer foco en poner más lindo su living-comedor. Va a estar más tiempo en su casa y quería sentirse a gusto. A primera vista puede parecer algo superfluo, pero no lo es! Para nada! De hecho creo firmemente en que sentirnos bien en nuestra propia casa es lo mejor que nos puede pasar. Sobre todo cuando nos toca atravesar por cosas complicadas, llegar a casa y sentir que nos abraza, nos resguarda y nos calma es un regalo. Estoy más que feliz y agradecida por haber colaborado con estas pequeñas alegrías para Guada y su familia.


Lo primero que atacamos fue su mesa de comedor y un vajillero DIVINO. Para eso me tuve que instalar un par de días en la casa, sobre todo por la mesa que era bastante grande.
Ambos se veían así:



La mesa era de la abuela del marido de Guada, divina! pero gastada por el uso y los años y con un lustre oscuro. Decidimos lavarle la tapa y pintar el pie, combinación que me encanta cómo queda! Trabajé en la galería y tuve como compañera a Lola... y a los casi 40 grados de calor que tuvimos esos días! Terrible! Pero valió la pena!


El trabajo en la galería con la mesa lo alternaba pintando este mueblecito divino para el que elegimos un color verde muy claro, y al que le encontré los tiradores perfectos. Siempre que veo tiradores que me gustan, los compro. Yo sé que va a llegar el momento en que serán el complemento perfecto. Acá pasó eso y me encanta cómo quedó!



De yapa  y antes de irme, sumamos un espejo enorme que decapamos en blanco antiguo. No le saqué foto al antes, pero era un tono de madera bastante anaranjado. Quedó bárbaro!


El trabajo siguió en casa con las 6 sillas, pueden ver el antes en la foto de arriba. Las pintamos igual que el pie de la mesa. Luego Guadalupe las mandó a retapizar y quedaron bárbaras!
Más tarde, vinieron los silloncitos que sumó como cabeceros y a los que les pintemos las patas para que quedara todo unificado.




Por último, renové esta mesita divina que estaba con marcas de uso, pero que recibió muy bien su cambio de look. En esta foto ya estaba lavada la tapa


Con tapa lavada y protegida más patas del mismo verde que el mueblecito, ahora se ve así:



Es a la única que le pude hacer fotos un poco mejores, aunque en mi galería! jaja Me tocaron días lindos así que trabajé ahí y la verdad me gustó como se veía con mi camastro. Busqué almohadones diferentes a los que tengo siempre, sumé algunas cositas y saqué estas fotos que quedaron lindas, aunque sin dudas SU lugar es en el living de Guada. Quedó super delicada con el nuevo tirador que le pusimos y la combinación de madera y el color elegido.



Por mi parte, feliz de haber intervenido estos muebles y de haber sido parte de esta renovación que Guada necesitaba en un momento especial.

Gracias enormes Guada! Sos un amor!

Espero les guste. Buena semana cortita!