Nuestra última escapada a las Sierras puso la vara muy muy alta! Es que llegar a la Posada Rural la Matilde, es suspirar ante cada vista, ante cada rincón y ante la naturaleza que te rodea en forma de vides, tambo, huerta, alimentos orgánicos, mágicos atardeceres y una deco súper cuidada y cálida. Vamos a recorrerla, les va a encantar!
Por diversas cuestiones domésticas, los planes de este viaje fueron algo accidentados, y no sabíamos bien ni cuando nos íbamos ni dónde iríamos exactamente! La semana anterior, ya habiendo decidido que partíamos el lunes de la semana de Pascua, J recordó un nuevo Hotel en San Javier que había conocido gracias a la visita de Paula. Paula representa hoteles y otras propuestas turísticas y hace muuuuucho fuimos compañeras de trabajo (de ese laburo quedó un grupete lindísimo con el que hicimos hace tiempo una escapada divina a La Cumbre, que también les conté por acá).
Posada La Matilde está a pocos km de San Javier, sobre la ruta 14, en lo que ellos mismos llamaron la Comarca La Matilde. La Posada Rural es la pata hotelera de un proyecto que ofrece casas de campo, una finca orgánica y biodinámica, viñedos, olivos y frutales, un tampo caprino y más.
Volvimos a nuestro cuarto y contemplamos nuestra vista, que daba hacia atrás, desde la lindísima galería. Al rato, salió la luna...
Después de un baño reparador, fue tiempo de disfrutar la cena en De Adobe, el restaurante que recibe tanto a los huéspedes de la Posada como al público en general, y es una excelente opción en la zona! Obviamente, siguiendo el concepto de esta Comarca Biodiámica, utilizan todos los productos que cultivan en la huerta (aprobados con varios sellos de calificación orgánica como Letis, Demeter, etc) y los demás productos intentan que sean de productores de la zona. Todo cierra.
A la mañana siguiente fue dificilísimo salir de nuestra cama! Pero era un día divino y nos esperaba un rico desayuno. Antes de salir a recorrer San Javier y los demás pueblitos (todo lo que les conté en el post anterior) aprovecho para mostrarles un poco de la decoración de La Matilde.
Porque además de linda, creo no podía estar en mejor relación con el ambiente serrano, parte vital de este lugar. Maderas nobles de la zona, tejidos naturales como lanas y linos. Colores poco saturados, cuero, ventanas enormes para contemplar vistas increíbles. Una onda rústica y de campo, pero de calidad y con calidez. Con J amamos cada detalle y sacamos fotos a toda hora!
Lindísimo, no? Nos contaron además que casi todo fue hecho por artesanos, carpinteros y herreros de la zona. Incluso la arquitecta es de un pueblo cercano. Un placer saber que se respetaron tradiciones constructivas típicas como la utilización del adobe. Todo detalle fue cuidado: molduras hechas a mano, revestimiento con pigmentos naturales (libre de productos sintéticos y químicos), madera de tirantes de techo original de bosque seco en pié, puertas y ventanas construidas artesanalmente con durmientes reciclados y herrería a fragua. Asimismo, y respetando los conceptos de arquitectura responsable y bio-climática, cuenta con un sistema de aislación térmica, calefacción de agua por radiación solar, recolección de aguas de lluvia y reciclaje de aguas para riego. Cuanto más lindo en TODO sentido resulta todo al conocer estos detalles, no?!
Por diversas cuestiones domésticas, los planes de este viaje fueron algo accidentados, y no sabíamos bien ni cuando nos íbamos ni dónde iríamos exactamente! La semana anterior, ya habiendo decidido que partíamos el lunes de la semana de Pascua, J recordó un nuevo Hotel en San Javier que había conocido gracias a la visita de Paula. Paula representa hoteles y otras propuestas turísticas y hace muuuuucho fuimos compañeras de trabajo (de ese laburo quedó un grupete lindísimo con el que hicimos hace tiempo una escapada divina a La Cumbre, que también les conté por acá).
Tanto a mí como a J nos gusta mucho Traslasierra, así que enseguida reservamos para la dos primeras noches en San Javier, en Posada La Matilde. (Después teníamos que ir a Ascochinga a encontrarnos con nuestros cuñados y no es que es ahí nomás... pero los kilómetros no nos asustan. Menos en Córdoba cuando son parte del viaje, no?!)
Desde el principio, el proyecto se concibió como uno, y es interesante como cada pata se nutre de las demás. Todo invita a contemplar y participar de los ciclos naturales, a respetar tiempos. Y hacerse uno con el entorno.
Una vez que nos acomodamos en nuestro cuarto, pedimos agua para el mate y salimos para aprovechar las horas de sol que quedaban. Nos habíamos levantado temprano, fueron como 9 horas de viaje incluyendo tormenta al principio, pero fue cuestión de minutos caminando hacia las vides, viendo el reflejo del Champaquí, inmenso él, en los varios ojos de agua para que se nos pintara una sonrisa en la cara y el cansancio desapareciera. Fue una caminata soñada!
Una vez que nos acomodamos en nuestro cuarto, pedimos agua para el mate y salimos para aprovechar las horas de sol que quedaban. Nos habíamos levantado temprano, fueron como 9 horas de viaje incluyendo tormenta al principio, pero fue cuestión de minutos caminando hacia las vides, viendo el reflejo del Champaquí, inmenso él, en los varios ojos de agua para que se nos pintara una sonrisa en la cara y el cansancio desapareciera. Fue una caminata soñada!
Volvimos a nuestro cuarto y contemplamos nuestra vista, que daba hacia atrás, desde la lindísima galería. Al rato, salió la luna...
Después de un baño reparador, fue tiempo de disfrutar la cena en De Adobe, el restaurante que recibe tanto a los huéspedes de la Posada como al público en general, y es una excelente opción en la zona! Obviamente, siguiendo el concepto de esta Comarca Biodiámica, utilizan todos los productos que cultivan en la huerta (aprobados con varios sellos de calificación orgánica como Letis, Demeter, etc) y los demás productos intentan que sean de productores de la zona. Todo cierra.
A la mañana siguiente fue dificilísimo salir de nuestra cama! Pero era un día divino y nos esperaba un rico desayuno. Antes de salir a recorrer San Javier y los demás pueblitos (todo lo que les conté en el post anterior) aprovecho para mostrarles un poco de la decoración de La Matilde.
Porque además de linda, creo no podía estar en mejor relación con el ambiente serrano, parte vital de este lugar. Maderas nobles de la zona, tejidos naturales como lanas y linos. Colores poco saturados, cuero, ventanas enormes para contemplar vistas increíbles. Una onda rústica y de campo, pero de calidad y con calidez. Con J amamos cada detalle y sacamos fotos a toda hora!
Lindísimo, no? Nos contaron además que casi todo fue hecho por artesanos, carpinteros y herreros de la zona. Incluso la arquitecta es de un pueblo cercano. Un placer saber que se respetaron tradiciones constructivas típicas como la utilización del adobe. Todo detalle fue cuidado: molduras hechas a mano, revestimiento con pigmentos naturales (libre de productos sintéticos y químicos), madera de tirantes de techo original de bosque seco en pié, puertas y ventanas construidas artesanalmente con durmientes reciclados y herrería a fragua. Asimismo, y respetando los conceptos de arquitectura responsable y bio-climática, cuenta con un sistema de aislación térmica, calefacción de agua por radiación solar, recolección de aguas de lluvia y reciclaje de aguas para riego. Cuanto más lindo en TODO sentido resulta todo al conocer estos detalles, no?!
La tarde de nuestro segundo día, volvimos acalorados y hubo hasta chapuzón! helado, claro! Pero era una tarde tan tan linda que no pudimos resistirnos a esta pile y a esta vista.
Hubo otro atardecer soñado y esta vez caminamos por detrás de la Posada, donde otros espejos de agua reflejaban cual fuego a La Matilde en intensos tonos de naranja.
Ya nos quedaban pocas horas en este lugar al que ya, sin habernos ido todavía, deseábamos volver.
Cuando tengo la oportunidad de visitar lugares así, siento que estoy experimentando el verdadero lujo. Ése que va más allá de una cama increíble y sábanas de suave algodón. Es el lujo de estar en un espacio divino, sí, pero sobre todo, un espacio en pleno diálogo con su entorno desde su concepción, desde las manos que lo trabajaron y trabajan. Un lugar que te regala cantidad de momentos y experiencias tan simples como memorables.
Hasta pronto La Matilde!
Posada Rural La Matilde
http://posadalamatilde.com/laposada.php
Ruta Provincial 14, Km. 4
Paraje: Camino a San Javier
San Javier, Córdoba
Instagram: @posadalamatilde
Facebook: @posadalamatilde
* Además de las caminatas por las diversas áreas de esta comarca biodinámica, se ofrecen actividades ecuestres, masajes, arquería y otras.
Hubo otro atardecer soñado y esta vez caminamos por detrás de la Posada, donde otros espejos de agua reflejaban cual fuego a La Matilde en intensos tonos de naranja.
Cuando tengo la oportunidad de visitar lugares así, siento que estoy experimentando el verdadero lujo. Ése que va más allá de una cama increíble y sábanas de suave algodón. Es el lujo de estar en un espacio divino, sí, pero sobre todo, un espacio en pleno diálogo con su entorno desde su concepción, desde las manos que lo trabajaron y trabajan. Un lugar que te regala cantidad de momentos y experiencias tan simples como memorables.
Hasta pronto La Matilde!
Posada Rural La Matilde
http://posadalamatilde.com/laposada.php
Ruta Provincial 14, Km. 4
Paraje: Camino a San Javier
San Javier, Córdoba
Instagram: @posadalamatilde
Facebook: @posadalamatilde
* Además de las caminatas por las diversas áreas de esta comarca biodinámica, se ofrecen actividades ecuestres, masajes, arquería y otras.