Así como mi sueño era conocer La Provence, el de J (marido) era conocer el País Vasco. Y como este viaje se trató entre muchas cosas de cumplir sueños viajeros, fuimos andando de Este a Oeste, y antes de cruzar a España, paramos un rato en dos ciudades costeras lindísimas: Biarritz y Saint Jean de Luz.
Lo lindo de viajar por tierra (ya sea tren, auto) es poder disfrutar el trayecto. Desde Carcassone, todo se volvió cada vez más verde, y entre chaparrones varios, se asomaban los Pirineos a nuestra izquierda. Realmente lindo lindo!
Llegamos a Biarritz después del mediodía, dejamos el auto en un parking cubierto, salimos a la superficie, caminamos 50 metros y se largó un chaparrón tremendo! Nos cobijamos como varios otros turistas y locales bajo un techo y allá nomás se veía el potente mar Cantábrico. Por suerte era una típica tormenta cortita de Primavera, así que al ratito pudimos empezar a caminar por la costa.
Tan elegante como lo sugiere su nombre, Biarritz nació como resort selecto a mediados del Siglo XIX cuando Napoleón III y su esposa Eugénie, de origen español, la visitaban con frecuencia. A lo largo de su rocosa costa, aparecen vestigios arquitectónicos de aquella época dorada y de los períodos belle époque y art decó que la sucedieron.
Aún conserva un alto nivel de glamour, y por eso dicen es una ciudad cara. Pero así y todo es un imán para surfistas ya que las olas son de las mejores de Europa.
Desde las playas de Grand Plage y Miramar con el Faro a los lejos (y para mí, un cierto aire a nuestra Mar del Plata), caminamos hacia la zona rocosa dónde el mar pega con fuerza y llegamos hasta el pintoresco Viejo Puerto.
Caminamos un poquito más por las calles céntricas de la elegante Biarritz y luego volvimos a tomar el auto ya que no queríamos dejar de pasar por Saint-Jean-de-Luz.
San Juan de Luz es ante todo una gran playa de arena fina resguardada del océano gracias a 3 magníficos diques. Aunque también hay otras más salvajes ideales para surfistas y quienes quieran alejarse de la zona céntrica. De todos modos nuestro lugar preferido fue la zona del Puerto y la marina, con la construcción y colores típicos que se repiten a lo largo de la costa vasca, que realmente es bellísima!
Ya eran las 5/6 de la tarde de un día de primavera frío, por lo que en el centro de Saint Jean, todos estaban tomando ya su aperitivo o un café. Me encantó la onda de esta ciudad, más chiquita que Biarritz, pero a mi gusto, con más encanto. Amé su arquitectura y perdernos en sus callecitas. No llegamos a probar más que un café, pero imagino que la cocina francesa, en pleno Pays Basque, debe ser increíble!
Y aunque siempre cuesten las despedidas, llegó el momento de despedirnos de Francia! Estamos a poquitos kilómetros de España, nuestro próximo destino.
Un lujo decirle hasta pronto a Francia desde estas dos ciudades tan bellas y que les recomiendo visiten si andan por esta zona. À bientôt!
* Biarritz
http://tourisme.biarritz.fr/es/inicio
Qué hacer: además de recorrer la bella costa y sus playas y admirar la característica arquitectura, se puede visitar el Museo del Mar o tomar un tratamiento de talasoterapia, es otro de los clásicos de esta ciudad donde el hedonismo y el lujo han marcado su estilo. Las tiendas también hacen honor al glamour de Biarritz: desde la plaza Clemenceau hasta el Puerto viejo pasando por el mercado y el barrio Saint Charles, varias calles peatonales para disfrutar.
Biarritz está a solo 25 km de San Sebastián, vecina vasca tan elegante como esta vasca francesa.
* Saint-Jean-de-Luz
http://www.saint-jean-de-luz.com/es/
Qué hacer:
Mercado: abre todos los días de 7 a 13 hs, y martes y viernes hay alrededor un mercado alimenticio. No llegué a conocerlo, pero dicen es de los más lindos en la región
Lo lindo de viajar por tierra (ya sea tren, auto) es poder disfrutar el trayecto. Desde Carcassone, todo se volvió cada vez más verde, y entre chaparrones varios, se asomaban los Pirineos a nuestra izquierda. Realmente lindo lindo!
Llegamos a Biarritz después del mediodía, dejamos el auto en un parking cubierto, salimos a la superficie, caminamos 50 metros y se largó un chaparrón tremendo! Nos cobijamos como varios otros turistas y locales bajo un techo y allá nomás se veía el potente mar Cantábrico. Por suerte era una típica tormenta cortita de Primavera, así que al ratito pudimos empezar a caminar por la costa.
Tan elegante como lo sugiere su nombre, Biarritz nació como resort selecto a mediados del Siglo XIX cuando Napoleón III y su esposa Eugénie, de origen español, la visitaban con frecuencia. A lo largo de su rocosa costa, aparecen vestigios arquitectónicos de aquella época dorada y de los períodos belle époque y art decó que la sucedieron.
Aún conserva un alto nivel de glamour, y por eso dicen es una ciudad cara. Pero así y todo es un imán para surfistas ya que las olas son de las mejores de Europa.
Desde las playas de Grand Plage y Miramar con el Faro a los lejos (y para mí, un cierto aire a nuestra Mar del Plata), caminamos hacia la zona rocosa dónde el mar pega con fuerza y llegamos hasta el pintoresco Viejo Puerto.
Caminamos un poquito más por las calles céntricas de la elegante Biarritz y luego volvimos a tomar el auto ya que no queríamos dejar de pasar por Saint-Jean-de-Luz.
San Juan de Luz es ante todo una gran playa de arena fina resguardada del océano gracias a 3 magníficos diques. Aunque también hay otras más salvajes ideales para surfistas y quienes quieran alejarse de la zona céntrica. De todos modos nuestro lugar preferido fue la zona del Puerto y la marina, con la construcción y colores típicos que se repiten a lo largo de la costa vasca, que realmente es bellísima!
Ya eran las 5/6 de la tarde de un día de primavera frío, por lo que en el centro de Saint Jean, todos estaban tomando ya su aperitivo o un café. Me encantó la onda de esta ciudad, más chiquita que Biarritz, pero a mi gusto, con más encanto. Amé su arquitectura y perdernos en sus callecitas. No llegamos a probar más que un café, pero imagino que la cocina francesa, en pleno Pays Basque, debe ser increíble!
Y aunque siempre cuesten las despedidas, llegó el momento de despedirnos de Francia! Estamos a poquitos kilómetros de España, nuestro próximo destino.
Un lujo decirle hasta pronto a Francia desde estas dos ciudades tan bellas y que les recomiendo visiten si andan por esta zona. À bientôt!
Más info:
http://tourisme.biarritz.fr/es/inicio
Qué hacer: además de recorrer la bella costa y sus playas y admirar la característica arquitectura, se puede visitar el Museo del Mar o tomar un tratamiento de talasoterapia, es otro de los clásicos de esta ciudad donde el hedonismo y el lujo han marcado su estilo. Las tiendas también hacen honor al glamour de Biarritz: desde la plaza Clemenceau hasta el Puerto viejo pasando por el mercado y el barrio Saint Charles, varias calles peatonales para disfrutar.
Biarritz está a solo 25 km de San Sebastián, vecina vasca tan elegante como esta vasca francesa.
* Saint-Jean-de-Luz
http://www.saint-jean-de-luz.com/es/
Qué hacer:
Mercado: abre todos los días de 7 a 13 hs, y martes y viernes hay alrededor un mercado alimenticio. No llegué a conocerlo, pero dicen es de los más lindos en la región
* Podés ver los posts anteriores recorriendo el sur de Francia en la categoría Alma Viajera
y en este post está el día a día del viaje completo.