AVISO IMPORTANTE: las fotos de este post son para morir de amor. Y no por la calidad de las fotos en sí ni de la fotógrafa, sino por unos mini muebles que luego de un intenso reciclado y capas de tres tonos de rosa, blanco y otros detalles se reencontraron con su dueña: una joven abuela que jugó con ellos hace tiempo, y que ahora espera juegue su nieta un tiempo más. Sí, no sólo los mueblecitos son para suspiros, la historia también. Les cuento?!


Cristina es otra feliz clienta reincidente, llegó de la mano de su hija cuando juntas buscaban alguien para reciclar un baúl y el destino -versión Google- nos unió. El baúl es este baúl de la novia, con una historia divina que relato en éste post. Luego vino este otro baúl y finalmente llegaron estos mueblecitos que Cristina hacía rato me quería traer.
Nunca me imaginé trabajar con un juego de dormitorio completísimo en este tamaño, que si bien es mini, es de un tamaño considerable, ideal para jugar sobre una alfombra con tus muñecas preferidas... y si, volé más de 30 años atrás (no saquen cuentas!)



El jueguito llegó en un estado excelente, considerando que tiene aproximadamente más de 5 décadas! Estaba pintado de un amarillito muy de la época, con unos stickets que seguramente Cristina le habrá pegado en su momento. El diseño como se ve es super cuidado, y hasta unos simples tornillos hacían de tiradores, pintados en un rojo algo descascarado. También se sumó una sillita DIVINA, de ésas que muchas querríamos en tamaño normal. Eran 4, pero sólo llegó una a nuestro días.


Charlamos cantidad de opciones con Cristina, pero ella se inclinó por un clásico rosa. Al momento de ver la mini cómoda con los tres cajoncitos y con tantas puertas y recortes en el resto de los muebles, pensé en usar tres tonos de rosa en degradé para los cajones, y que a la vez sirvieran para combinar de a dos en el resto de las puertitas. Sumado al blanco en laterales y uniones, me parecía podía quedar clásico y femenino pero con onda. A Cristina le gustó la idea. Para mantener el espíritu de los stickers, me pidió incluir algunas florcitas con découpage en las puertas. Hasta acá, idea original.
Una vez lijado y pintado (amé la parte de decidir qué rosa acá, qué rosa allá, etc, etc) no me gustaba nada nada la idea del découpage en las puertas! Se ve que soy bastante persuasiva cuando quiero algo... :) Cristina aceptó mi sugerencia y sólo pusimos un detalle en la camita. Para el resto de los muebles, las florcitas se sumaron adentro! Basta de habla/escribir... veamos juntas.

* El mueble más chiquito, la mesita de luz


* El disparador del degradé, la cómoda (que llegó sin espejo, y obvio se fue con uno!)




* Ropero - tiene hasta la barra para colgar ropita!



* Cama - Conservaba el colchón original, impecable, tipo tatami. Cristina le estaba haciendo las sabanitas y una colcha


Como vieron, las florcitas se sumaron en los cajones y bases interiores. Jugué con tres papeles de florcitas liberty muy tiernas que Vero, divina, me trajo desde Japón! Si, papeles floreados y viajeros... si este trabajo podía ser más lindo, era lo que faltaba!! (Gracias Verito!! espero te guste el destino de algunas de las hojitas, por suerte todavía me quedan! :))

Para la sillita, no me daban las tablitas para usar dos veces los tres colores de rosa, decidí ir por dos, que se encontraban en la tabla del medio, blanca. Arriba, repetí el motivo francesito de la cama... y la amé.



 Los antes y después... Increíble, no?!




Cristina, creo que si tu nieta no se copa (cosa que dudo)... varias lectoras van chochas a jugar un ratito a abrir y cerrar puertitas y cajones :)
Fuera de broma, disfruté muchísimo trabajar en estos mueblecitos de juguete, que tanto Cristina como yo tratamos como preciadas piezas, porque lo son  realmente tanto por su belleza como por su historia, historia que ahora seguirá escribiendo en cada momento de juegos la nieta de Cristina.


Gracias Cristina una vez más por sorprenderme con tus objetos y las bellas historias detrás que compartís siempre conmigo.
Espero hayan disfrutado tanto como yo de esta gran mini transformación.
Feliz día, color rosa!