Después de varios meses tranquilos (al menos para mi "normal" ritmo viajero) y de pasar el veranito en Buenos Aires como solemos hacer... Marzo se vino a pura valija!
Por suerte en casa, están siempre listas y en la puerta, cosa de no perder ninguna oportunidad viajera :)
Las que visitan este blog hace rato saben de mi alma viajera, de mi pasión por los viajes... misma pasión que por suerte compartimos con J!
Viajar SIEMPRE me hace bien. Esté en el momento más feliz de mi vida o en uno más complicado, viajar siempre potencia lo bueno y cubre con un manto de esperanza y nuevas energías a lo que anda molestando.
Este año empezó a full con muchos proyectos y lindas cosas, pero también con otros toques de todo lo contrario. Por lo que el armar y desarmar valijas en Marzo, me vino justo justo para lo que les contaba arriba, para ese renovarse, despejarse...
Porque tampoco es necesario tomarse un avión y volar 15 horas (que me encanta, claro!), a veces sólo basta un fin de semana en el campo, unos días en la playa y relajar..
Otras veces el viaje puede parecer agotador: un trekking en la montaña, horas de auto sobre ripio, caminata interminable para recorrer las callecitas de una ciudad... pero ese agotamiento del cuerpo es inversamente proporcional a lo que se relaja el espíritu en esa libertad de conocer nuevos mundos, de recorrer nuevos caminos.
Este rincón de nuestro living, al lado de la puerta de entrada, lo armamos hace poco con valijas que fueron llegando, valijas con muchos viajes encima e historias que contar a montones.
Y aunque claro, no son las que solemos usar en nuestros viajes, creo que son un símbolo de una de las cosas que más disfrutamos con J y nos gusta verlas cada vez salimos o entramos a casa.
Nos estamos tomando una semanita de vacaciones, esta vez con rumbos patagónicos a un lugar que fuimos hace mucho y también hace mucho queríamos volver.
Nos leemos a la vuelta!
PS: Para que no me extrañen, dejo programado para la semana que viene unas fotitos de la ciudad de Panamá. Estuve ahi la semana pasada y por trabajo (mi lado B profesional!) así que no pude conocer casi nada, pero sí alguito como para tener algo que contar y no sentir que estuve casi una semana encerrada en un hotel :)
Por suerte en casa, están siempre listas y en la puerta, cosa de no perder ninguna oportunidad viajera :)
Las que visitan este blog hace rato saben de mi alma viajera, de mi pasión por los viajes... misma pasión que por suerte compartimos con J!
Viajar SIEMPRE me hace bien. Esté en el momento más feliz de mi vida o en uno más complicado, viajar siempre potencia lo bueno y cubre con un manto de esperanza y nuevas energías a lo que anda molestando.
Este año empezó a full con muchos proyectos y lindas cosas, pero también con otros toques de todo lo contrario. Por lo que el armar y desarmar valijas en Marzo, me vino justo justo para lo que les contaba arriba, para ese renovarse, despejarse...
Porque tampoco es necesario tomarse un avión y volar 15 horas (que me encanta, claro!), a veces sólo basta un fin de semana en el campo, unos días en la playa y relajar..
Otras veces el viaje puede parecer agotador: un trekking en la montaña, horas de auto sobre ripio, caminata interminable para recorrer las callecitas de una ciudad... pero ese agotamiento del cuerpo es inversamente proporcional a lo que se relaja el espíritu en esa libertad de conocer nuevos mundos, de recorrer nuevos caminos.
Este rincón de nuestro living, al lado de la puerta de entrada, lo armamos hace poco con valijas que fueron llegando, valijas con muchos viajes encima e historias que contar a montones.
Y aunque claro, no son las que solemos usar en nuestros viajes, creo que son un símbolo de una de las cosas que más disfrutamos con J y nos gusta verlas cada vez salimos o entramos a casa.
Nos estamos tomando una semanita de vacaciones, esta vez con rumbos patagónicos a un lugar que fuimos hace mucho y también hace mucho queríamos volver.
Nos leemos a la vuelta!
PS: Para que no me extrañen, dejo programado para la semana que viene unas fotitos de la ciudad de Panamá. Estuve ahi la semana pasada y por trabajo (mi lado B profesional!) así que no pude conocer casi nada, pero sí alguito como para tener algo que contar y no sentir que estuve casi una semana encerrada en un hotel :)