Hace unos días, mi prima Caroline viajó desde Sudáfrica donde vive (recuerdan que este post  donde les contaba de mi familia que vive ahí) a Sudamérica por trabajo.
Pero antes de empezar su periplo, se pudo tomar unos pocos días de vacaciones en Buenos Aires para pasar unos días juntas.



No paramos un minuto! Caro ya estuvo varias veces en Buenos Aires, pero desde su primer viaje allá por nuestros early 20's, después siempre viajó por laburo, pocos días que sólo alcanzaban para unas buenas charlas malbec en mano y asado familiar :)
Así que esta vez, aprovechamos a full los días! Hicimos Recoleta un día, Palermo otro y lo mejor, el sábado partimos las dos y J a San Antonio de Areco. Lo había planeado porque sabía que le iba a encantar! y no me equivoqué!




El primer lugar donde entramos tenía este patio divino con suculentas y donde confluyen un par de tiendas super lindas y un bar, en una de las esquinas de la Plaza principal, del lado de la Iglesia. Fue muy gracioso porque la dueña de una de las tiendas empezó a hablar en perfecto inglés en cuanto comentamos que Caro era de Sudáfrica... y su hermana vive allá y conocían a mi tío (padre de Caro) por la Asoc de Argentinos allá!!! small world... Entre charla va y charla viene, Caro se terminó llevando una manta de llama  divina para su cuarto.



San Antonio de Areco es un antiguo y tradicional pueblo gauchesco, localizado a poco más de 100 km de la ciudad de Buenos Aires. Es un placer caminar por sus calles adoquinadas con sus árboles centenarios y casas con historia que uno no puede dejar de fotografiar... Y descubrir a cada paso muchos artesanos, sonbre todo orfebres y plateros que ofrecen su arte.




Teníamos planeado almorzar en un restaurante que ya habíamos probado alguna otra vuelta, pero en nuestra caminata nos topamos con "El Batará" un almacén de campo, con venta de quesos y salames irresisitibles!



y mientras adquiríamos los ingredientes para la picada de la noche en casa... nos tentamos con unas empanadas! no saben lo ricas!! pedimos una para cada uno y terminamos repitiendo, comiendo chochos en la mesita de madera en la vereda, con banquitos de fardos de pasto... qué mejor en Areco?!



El almuerzo se completó con un choripán, un par de cuadras después, en la costanera contra el río Areco. Río que luego cruzamos para llegar al Museo Guiraldes. Lamentablemente el museo sigue en remodelación luego de una gran inundación que hace un par de años afectó a casi todo el pueblo, así que sólo se puede acceder a la pulpería y a los jardines.



Caminando de vuelta para el centro del pueblo, más fotos a puertas y ventanas con combinaciones de colores divinas!



La despedida del pueblo fue en Gingko con un cafecito con alfajor de dulce de leche (no hay opción a algo dulce que no tenga dulce de leche Caro cuando está acá!)
Ginkgo es un bar-restaurante-centro cultura y tienda con mucha onda, donde también se dictan numerosos talleres (Vani de Ayloviú es una de las opciones!)




A Caroline le encantó el paseo y a nosotros volver a Areco con ella! El broche de oro fue una visita express a una Estancia divina, pero eso se los cuento otra vuelta.

Primita, este post va dedicado a vos! Disfruté tanto tanto nuestro paseos y charlas interminables...
Love you!



Más info de Areco:
http://www.sanantoniodeareco.com