Me hice un tiempito en este Enero en Buenos Aires para renovar unas reposeras que tengo en la galería de casa.

Nos acompañan desde la terraza que teníamos en nuestro departamento anterior, y la verdad que para tomar sol, leer un libro, dormirse una siesta post asado... o simplemente contemplar la nada, son súper cómodas!

Así se veían hasta hace unos días:


Pintadas en cetol nogal creo, con una mesita redonda tambien del mismo tono. Y unos almohadones que le daban un poco de vida.

Después de tantos años de verlas igual, en dos casas diferentes... este verano cambiamos! Ta-daaa:


En realidad, a la primera que cambiamos fue a la mesita, el año pasado (pueden ver más detalles en este post y también acá).


Las reposeras, después de idas y vueltas, me decidí por blanco sucio decapado. Así quedaron después de lijar y trabajar bastante.


Como vieron en la otra foto, el rincón se completa con el también verde postigo, que ya les había mostrado en el desafío paredes de blad.





Con estos colores, más frescos y veraniles, estoy chocha. Sólo me falta encontrar unos almohadones que me enamoren para darles algo de color a las reposeras. (Por ahora, estamos zafando con unos rayaditos de verde bien clarito que ni me acordaba que tenía guardados!)

Y como habrán visto, las mariposas me pierden... la chiquita de la mesita es del Puerto de Frutos de Tigre (regalito de mami). A las macetas del postigo se las transferí yo... y en la pared esa grande es de Euge Cozzani que hace cosas muy lindas con alambre.

El color verde del frasco sobre la mesa estilo campo (hoy con corchos) creo le da una linda unidad a las dos áreas de nuestro sector preferido de la casa en primavera verano ♥.