Supongo que mis ganas de mar en pleno verano de Buenos Aires me hicieron volver mentalmente a la Costa Brava. Ese lugar donde justamente hace unos meses disfrutamos una mini escapada desde Barcelona recorriendo sus maravillosos pueblos medievales y sus calas bañadas por mi amado Mediterráneo.

La Costa Brava abarca las comarcas del Alt Empordà, el Pla de l'Estany, el Baix Empordà y La Selva. La mayor parte de los pueblos que encontramos repartidos en sus más de 200 km, casi hasta la frontera con Francia, tienen su origen en pequeños núcleos poblacionales de tradición pesquera. El paisaje va de bellos pueblos medievales y calas que invitan a vivir el mar a Parques Naturales, zonas protegidas, el famoso Camí de Ronda, varios jardines botánicos junto al mar y más.
Aun siendo hoy muy turístico, nadie quiere perderse sus calles empedradas, los campos que lo rodean para hacer senderismo y ciclismo, y, sobre todo, su tranquilidad. Es realmente lindìsimo, con casas de cuento con sus jardines y huertas cuidadas. Cada puerta, cada rincón, te pide una foto.
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Elegimos LLafranch para alojarnos y realmente nos encantó! Nos quedamos en el hotel Mas Pastora, a unos 600 mts de la playa. Es una masía recuperada, un lugar lindísimo. Las habitaciones, ubicadas en un edificio moderno en perfecta sintonía con el lugar también estan muy bien. Les dejo algunas fotos y más detalles en este video
Picamos algo frente al mar y aprovechamos que la tarde de Otoño se puso tan linda para llegar caminando por el Camí de Ronda hasta Calella de Palafrugell. Este pequeño trayecto del Camí de Ronda es hermoso, un bosque de pinos por donde asoma el mar de un color increíble hasta que finalmente asoman las barquitas de pescadores del que dicen, es el pueblo marinero más genuino de la Costa Brava. También dicen que Serrat se inspiró aquí, en Calella de Palafrugell para componer Mediterráneo.

Dejamos por un ratito el Mediterráneo y fuimos hasta Begur, uno de los pueblos más visitados aunque a mi gusto, no el más pintoresco. Entre sus calles empedradas se encuentran las casas de "americanos" o "indianos", el nombre con el que se conocía a aquellos que regresaron de Cuba con riqueza en el siglo XIX.
Conseguimos mesa en EL cafecito de la plaza del pueblo y estuvo divertida ver varios turistas pero tmabièn muchos locales y pseudo-locales en esa rutina matutina (mucho inglés y francés que seguramente veranean y/o viven por la zona).
Desde el Castillo que se alza a 200 m sobre el mar se tienen vistas muy lindas... en un día despejado. No lo recomiendo en día brumoso como el nuestro :)
Una de las joyas naturales de Begur es Cala Sa Tuna, una cala semiurbana con aguas turquesas y su encanto marinero. Varios años atrás comimos acá mismo con nuestros amigos una fideuá tremenda en uno de los chiringuitos que ya estaba cerrado hasta la próxima temporada.

Su “Villa vella” nos remonta a un pasado medieval, donde los pueblos marineros del Mediterráneo se defendían de piratas y vivían de la pesca. Su núcleo histórico, declarado Monumento Histórico Artístico Nacional en 1931, es un reflejo de ello. Pero es también testigo de la época dorada de la Costa Brava, con la llegada de las estrellas del Hollywood de los años 50. Ava Gardner permaneció en Tossa durante mucho tiempo, aún quedan historias por contar de su paso por aquí. De hecho, la recuerdan con una escultura mirando al mar.
Amo el Mediterráneo por muchos motivos. Pero hace tiempo descubrí por qué es tan especial para mí y es que reune dos de mis deportes favoritos: el disfrute y energía del mar con la recorrida de pueblitos con encanto. Ese mix para mí es imbatible. Y en la Costa Brava, ese mix es muy hermoso.

La Costa Brava abarca las comarcas del Alt Empordà, el Pla de l'Estany, el Baix Empordà y La Selva. La mayor parte de los pueblos que encontramos repartidos en sus más de 200 km, casi hasta la frontera con Francia, tienen su origen en pequeños núcleos poblacionales de tradición pesquera. El paisaje va de bellos pueblos medievales y calas que invitan a vivir el mar a Parques Naturales, zonas protegidas, el famoso Camí de Ronda, varios jardines botánicos junto al mar y más.
Nosotros teníamos sólo dos días para dedicarle así que partimos de la casa de nuestros amigos en Sant Cugat en auto alquilado rumbo al primer pueblo que visitariamos: Peratallada.
Peratallada es de los pueblos más bellos de la Costa Brava. La villa fortificada te hace viajar a la Edad Media: con infaltable castillo, torre del homenaje y foso.
Justamente, la villa se organizó siglos atrás alrededor del castillo-palacio, cuyos primeros datos se remontan, al menos, al siglo XI. Aun siendo hoy muy turístico, nadie quiere perderse sus calles empedradas, los campos que lo rodean para hacer senderismo y ciclismo, y, sobre todo, su tranquilidad. Es realmente lindìsimo, con casas de cuento con sus jardines y huertas cuidadas. Cada puerta, cada rincón, te pide una foto.
Es realmente imperdible si andan por la zona!
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A unos 10 minutos de Peratallada se encuentra Pals
Sobre arrozales y marismas se divisa este pueblo que cuenta con uno de los conjuntos medievales mejor conservados. Una invitación a perderse en el laberinto de calles empedradas y algunos comercios de artesanía local. Llegar hasta la Plaza Mayor, la Iglesia de Sant Pere de Pals, contemplar la Torre del Homenaje y admirar las vistas desde el mirador de Josep Pla. Es realmente un pueblo encantador. Además de su atractivo turístico, Pals es famoso por su gastronomía y en especial por el arroz de Pals. Si aman los arroces y paellas, no pueden irse de la zona sin probar un buen plato con el ingrediente estrella!
Sobre arrozales y marismas se divisa este pueblo que cuenta con uno de los conjuntos medievales mejor conservados. Una invitación a perderse en el laberinto de calles empedradas y algunos comercios de artesanía local. Llegar hasta la Plaza Mayor, la Iglesia de Sant Pere de Pals, contemplar la Torre del Homenaje y admirar las vistas desde el mirador de Josep Pla. Es realmente un pueblo encantador. Además de su atractivo turístico, Pals es famoso por su gastronomía y en especial por el arroz de Pals. Si aman los arroces y paellas, no pueden irse de la zona sin probar un buen plato con el ingrediente estrella!

Aunque el día amaneció nublado, en Pals salió el sol y nos acompañó también en el siguiente destino: Llafranch y Calella de Palafrugell, ambos famosos por su tradición pesquera y por sus calas de fina arena dorada.
Elegimos LLafranch para alojarnos y realmente nos encantó! Nos quedamos en el hotel Mas Pastora, a unos 600 mts de la playa. Es una masía recuperada, un lugar lindísimo. Las habitaciones, ubicadas en un edificio moderno en perfecta sintonía con el lugar también estan muy bien. Les dejo algunas fotos y más detalles en este video
Picamos algo frente al mar y aprovechamos que la tarde de Otoño se puso tan linda para llegar caminando por el Camí de Ronda hasta Calella de Palafrugell. Este pequeño trayecto del Camí de Ronda es hermoso, un bosque de pinos por donde asoma el mar de un color increíble hasta que finalmente asoman las barquitas de pescadores del que dicen, es el pueblo marinero más genuino de la Costa Brava. También dicen que Serrat se inspiró aquí, en Calella de Palafrugell para componer Mediterráneo.

Después de un pequeño stop en el hotel, partimos hasta la Patja de Tamariú, donde disfrutamos el fin de la tarde con un vermú en el bar del Hostalillo.
Por la noche, no había dudas que el menú era ARROZ caldoso con mariscos! Comimos riquísimo en Terrassa Terramar, en Llafranch, con el Mediterráneo como testigo de esos momentos viajeros inolvidables.
Amanecimos en nuestro hotel y luego del desayuno partimos hacia Platja Fonda y las calas de Aiguafreda y Aiguabrava y Fornells. Llegar a la primera implica una escalera que me dio bastante vértigo :) Pero las vistas son increíbles, aun en un día nublado como el que nos tocó. Vale la pena caminar un poco y recorrer varias de estas calas. Además de las vistas y el sonido constante del mar, hay casas inmensas, de esas que moriría por conocer y a las que sólo te podés asomar un poquito :)
Conseguimos mesa en EL cafecito de la plaza del pueblo y estuvo divertida ver varios turistas pero tmabièn muchos locales y pseudo-locales en esa rutina matutina (mucho inglés y francés que seguramente veranean y/o viven por la zona).
Desde el Castillo que se alza a 200 m sobre el mar se tienen vistas muy lindas... en un día despejado. No lo recomiendo en día brumoso como el nuestro :)
Una de las joyas naturales de Begur es Cala Sa Tuna, una cala semiurbana con aguas turquesas y su encanto marinero. Varios años atrás comimos acá mismo con nuestros amigos una fideuá tremenda en uno de los chiringuitos que ya estaba cerrado hasta la próxima temporada.

Cada vez el día se ponía más gris hasta que se largó la lluvia... aprovechamos a ir volviendo hacia Barcelona con una última parada que valió la pena: Tossa de Mar.
Aun en una tarde gris y ventosa, nos encantó Tossa. El recinto amurallado, las vistas, la playa amplia... seguro volveremos alguna vez con un poco más de sol!
Amo el Mediterráneo por muchos motivos. Pero hace tiempo descubrí por qué es tan especial para mí y es que reune dos de mis deportes favoritos: el disfrute y energía del mar con la recorrida de pueblitos con encanto. Ese mix para mí es imbatible. Y en la Costa Brava, ese mix es muy hermoso.
Primer post viajero del 2025!
Que sea un gran año viajero para todos.
VP
Más info:
- Viajamos a fines de Octubre, ya fin de temporada en la zona. Tengan en cuenta que casi todos los hoteles y restaurantes cierran por unos meses durante el invierno, incluso hasta Semana Santa.
- Por el contratio, en pleno verano, temporada alta, moverse por la zona puede ser bastante caótico.
- Hay mucho más para hacer: más calas, más pueblitos y hasta una ciudad importante como lo es Girona. En este link más info: https://www.visitacostabrava.com/es/poblaciones pueden rmarse un itinerario acorde a la cantidad de días que le puedan dedicar a la zona. Y también ir por el día desde BCN o Girona.
- Recuerden viajar siempre con Asistencia al Viajero! Si tu elegida es Assist 365, tenes un descuento extra con el código VPTRAVEL