Cada tanto nos dan ganas de agarrar el auto, hacer algunos kilómetros y recorrer algún pueblo del interior de Buenos Aires. Esta vez, sin pensarlo mucho fuimos hace un par de Domingos atrás a Mercedes, un pueblo a unos 100 km de Capital.


La ciudad nos pareció muy linda, pero sin dudas las mayor atracción de Mercedes es la Pulpería, que se mantiene en actividad desde 1830 hasta hoy.
Está ubicada en las afueras, a pocos metros del río Luján. Tuvo varios propietarios hasta 1910; año en que toma posesión Salvador Pérez Méndez, abuelo de Roberto Cacho Di Catarina, quien lo adquiere en 1959 y será su orgulloso pulpero hasta su fallecimiento en 2009.​ Es así como desde ese entonces y hasta hoy, aún sin Cacho, La Pulpería de Cacho Di Catarina, sigue siendo conocida como La Pulpería de Cacho.




Es una de las últimas pulperías de la región pampeana que todavía mantiene su fachada intacta, incluso el palenque donde los paisanos ataban sus caballos, así como las paredes de ladrillo de 45 cm de espesor. En su interior el mobiliario, los pisos de ladrillos, sus techos de tirantería y cantidad de objetos cuentan mil y un historias de campo. Varios personajes famosos frecuentaron el lugar y hasta fue  el escenario natural para películas como Don Segundo Sombra, en la cual el mismo Cacho personificó su propio papel de pulpero.






El día estaba frío y nublado y pensamos que por eso había poca gente, pero en realidad se debía a que recién volvían a abrir luego de una crecida del río Luján que los había afectado varios días. La orgullosa moza nos contaba que los fines de semana después del mediodía se arma Peña, que dura hasta la tardecita y quién sabe si más. Después de sacar muchas fotos, comimos unas empanadas riquísimas y disfrutamos mucho de este lugar increíble que por suerte, sigue en pie como hace casi 200 años. En realidad no hay nada de suerte, sino mucho amor desde hace generaciones. La pulpería sigue en manos de la familia de Cacho y por lo que dicen todos, así seguirá por largo tiempo. Brindamos porque sea así y tenga siempre las puertas abiertas!






Dimos una rápida vuelta por el pueblo, al que el Otoño le sentaba muy bien.  Decidimos almorzar en un esquina en la que vimos que había bastantes locales, algo que siempre habla bien de un lugar que uno no conoce :) El lugar es muy cálido y comimos rico. Todos los platos se veían tentadores!






Habíamos leído que cerca de Mercedes, el pueblo de Tomás Jofré  se convirtió hace tiempo en un polo gastronómico importante en la zona. Es muy loco como un pueblo de menos de 200 habitantes pasó a tener casi 20 restaurantes!! Me parece genial la movida y esa reconversión exitosa, pero nosotros agradecimos haber comido en Mercedes, en un lugar más chiquito y tranquilo :)
Este llamado polo gastronómico de campo se llena todos los fines de semana con gente que llega de diversos lugares a pasar el día y comer en alguno de los restaurantes (casi todos tienen más o menos la misma onda y sirven un menú similar). Además de restaurantes de campo, se forma una especie de mini feria, hay un par de lugares que venden objetos vintage y por supuesto, el clásico salame quintero de Mercedes. El pueblo es mini mini y sus calles de tierra y su estación abandonada ofrecen lindos spots para fotos.








Disfrutamos el mini paseo, sacamos varias fotos, pero sin dudas lo mejor del día fue conocer la Pulpería de Cacho. En vísperas del 25 de Mayo, en esta Argentina querida que nos tiene acostumbrados a tantos tumbos, no encuentro mejor homenaje a la Revolución de Mayo que los colores de nuestra bandera en la puerta de una Pulpería del 1800 que, a pesar de todo, sigue con sus puertas abiertas de par en par en el 2018.

Feliz Jueves! Feliz 25 de Mayo!




Más info:
Comimos en "La Fonda"
Calle 29, 899 - Mercedes

Tomás Jofré (en realidad el pueblo se llama Jorge Born, Jofré es el nombre de la estación de tren)