Como tantas veces, pintamos un mueble antiguo de blanco. Y como siempre pasa, queda lindísimo! Pero esta vez era muy importante para mí que a Fernanda le encantara el resultado porque no era cualquier mueble, como cada mueble, tenía su historia.


Y a veces en las historias de los muebles heredados, se mezcla un poquito-mucho el dolor de la pérdida con el más profundo amor y los más lindos recuerdos.
Con Fernanda nos conocimos cuando le hice varias cosas para su balcón. Hace unos meses me volvió a contactar para ver qué hacía con un mueble divino que había sido de su mamá. Le encantaba y lo quería en su casa, pero al mismo tiempo no le terminaba de cerrar como quedaba en su living-comedor con su aspecto original.
Nos escribimos varios mails y mi consejo fue que además de pensarlo bien, lo importante era que ahora que estaba en su casa honrara el amor a su mamá haciéndo a ese mueble un poquito suyo. Creo de eso se trata cuando tenemos algo que perteneció a alguien de la familia, no? No es tenerlo por tener o acumular, sino conservarlo y hacerlo propio para que pueda seguir escribiendo nuevas historias ♥.


Vimos dos opciones, que era lavarlo o pintarlo de blanco con desgastes... Ambas iban a quedar divinas! Fer lo pensó y finalmente  se decidió por esta última y creo no se equivocó!




El mármol no lo trasladamos, quedó en casa de Fer para evitar que se rompa en el camino. Espero que además de ese detalle y pesar de las fotos no tan buenas (hice malabares con los muebles de mi comedor!!), se note lo lindo que quedó! Fernanda quedó feliz!!  Y yo feliz con ella! #lovemyjob

Gracias enormes Fer por confiar otra vez en mi trabajo, y especialmente por confiarme este mueble tan especial.


Buen Martes para todos!