El día que tenía planeado visitar la Torre de Londres y el London Bridge era un típico día londinense: muuuy gris, con lluvia finita cada tanto, y neblina.
No es lo más divertido andar paseando así... pero ahora que miro las fotos, como que todo eso agregó su encanto.



Como J tenía que trabajar en la semana, aprovechábamos los ratos que podíamos para ver algo juntos. Ese día salimos temprano y nos bajamos en una estación del tube Bank cercana a su primer entrevista, esto era por The City, el centro financiero de Londres, y también muy cerca de la inmensa Saint Paul Cathedral. En mi primer viaje, hace 15 años, recuerdo haber entrado a esta Catedral y realmente es imponente. 




De ahí seguí sola hasta London Bridge, donde tomé algo para calentarme en un café (además del día gris y lluvioso... hacía frío!). Muy cerquita y de camino a la Torre de Londres, esta Monument. El monumento es un altísima columna dórica que conmemora el Gran Incendio de Londres, en 1666. Se puede subir y se tienen unas vistas muy lindas... pero evidentemente no era el día indicado para vistas desde las alturas. Así y todo, había una cola enorme! En varios países de Europa había vacaciones escolares... no saben la cantidad de familias que había dando vueltas por todos lados!

Yo preferí seguir y disfrutar de estos detalles lindos que Londres te regala todo el tiempo, a cada paso




Hasta que finalmente, llegué a la Torre... y no podía creer la cantidad de gente!! En las fotos no se ve ni un 5% de la cantidad de gente de todas las edades y todos los países que se les ocurran. Van a ver que las amapolas, bien valían el esfuerzo de atravezar la marea de gente y como sea, contemplar el espectáculo. Pero antes visité la Iglesia All Hollows by the Tower. Se los recomiendo cuando vsiten la Torre, está ahí nomás y es gratis! Es chiquita, muy linda y muy antigua. Tiene un sectorcito donde te muestran el piso original: de la época medieval!!



La Torre de Londres es uno de los grandes atractivos de la ciudad, y tanto por fuera como por dentro, es una visita obligada. 
La gran cantidad de gente en esta época se debía a una instalación artística de miles de amapolas de cerámica para conmemorar del centenario del inicio de la I guerra mundial (1914 – 1918).  En total se plantaron 888.246 amapolas de cerámica y cada una de ellas representa a cada uno de los soldados fallecidos durante la guerra. 




El poppy (amapola) es el símbolo en el Reino Unido para conmemorar la I Guerra Mundial, y muchos ciudadanos llevan un broche de una amapola roja desde finales de octubre y hasta el 11 de noviembre, en recuerdo a los militares que participaron en la guerra. De hecho te lo ofrecían por todos lados y creo que había pocos británicos que no llevaban en su ojal una poppy.
Realmente ver esa cantidad de amapolas rojas era impresionante y pensaba como una puesta de este tipo puede provocar tanto, no?! 







Dejé la Torre atrás, agradeciendo la posibilidad de haber podido vivir semejante experiencia para todos los sentidos y enfilé para el puente más característicos de los que cruzan el Támesis en la ciudad: Tower Bridge



Se largó a llover bastante fuerte, y aunque no lo crean... no llevé paraguas a Londres! je 
Igual era esa lluviecita que te moja pero que a la vez no justifica paraguas... en fin, lllegué al otro lado, y estaba super gris y con mucha neblina... pero igual la vista era perfecta: la mejor síntesis de pasado y presente de esta fantástica ciudad.


De este lado del Támesis, me esperaban el Shakespeare Globe, el Borough Market y la Tate Modern. Pero eso lo dejamos para otro post...




Espero no se aburran con tanta foto (es difícil elegir!) y hayan disfrutado este primer paseo por una de las ciudades más lindas del mundo, tan linda que hasta gris y con lluvia se disfruta al máximo ♥

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