Hace un tiempito les mostraba esta banqueta, mi primer tapizado!
La percha valet la hice hace tiempo... era de J cuando vivía solo, estaba lustrada en color roble todo cascado con el paso del tiempo... y la pintamos y desgastamos un poco y cambió!
Y aunque muchos ya lo vieron por Facebook o Instagram, era hora de que aparezca en el blog este puff capitoné (bombos y platillos!)
La genia de Vanis insiste en desarrollar su paciencia en el Taller de Muebles Intervenidos... y dedica todo el tiempo del mundo y toda su experiencia para que cada una de nosotras se vaya, tarde o temprano, con el puff a casa y feliz :)
En el medio, descargamos broncas si las teníamos, nos preguntamos quien nos mandó a decir: "sí, hagamos tapicería!"; pegamos la gomaespuma al revés, cortamos tela de más o de menos, nos martillamos un dedo, nos lastimamos otro con una grampa... pero sobre todo nos divertimos mucho, y terminamos un trabajo que jamás pensamos que íbamos a poder hacer con nuestras manos!
y esa satisfacción, de ver el puff terminado, tan lindo... no tiene precio :)
Yo lo ubiqué en el vestidor, la verdad que es super práctico para sentarse a ponerse los zapatos, además de quedar divino, o no?
La percha valet la hice hace tiempo... era de J cuando vivía solo, estaba lustrada en color roble todo cascado con el paso del tiempo... y la pintamos y desgastamos un poco y cambió!
La tela estampada que usé para el puff es un lino español que me salió un tanto caro... pero me encantó y combinada con una pana a tono, me parecía que quedaba buenísimo! Sabía que esa onda viajera le iba a gustar también a J. Y además, es doble ancho... así que me alcanza para algunas cosillas más que tengo en mente para nuestro cuarto. A veces está bueno invertir en una buena tela que nos haya enamorado... y parece que con el puff y el capitoné, en el fondo, me tenía fe :)
Buena semana!