Como les adelanté el otro día, pasamos unos días increíbles en los Esteros de Iberá.
Ni J ni yo conocíamos, así que nos pareció un buen momento y en unos días, preparamos el viaje.


Antes de seguir... AVISO que es un post largo y con muchas fotos! Por lo que pueden dejar acá, o sólo ver las fotos o acompañarme también en el relato mientras ven las fotos :)



Los Esteros del Iberá son una amplia red de arroyos, ríos, lagunas y bañados de aprox 25 mil km2. Es el segundo humedal más grande del mundo, después de Pantanal en Brasil. Se ubica al norte de la Provincia de Corrientes y desde 1983, el área está protegida como Reserva Natural y Parque Provincial Iberá.



Como suele pasar con lugares tan únicos, llegar es un poco complicado. Lo mejor es bus o avión a la ciudad de Mercedes para luego continuar a Colonia Carlos Pellegrini, el pueblito a orillas de la laguna Iberá donde están las posadas y hosterías para hacer base durante la estadía en los esteros. Si van en auto, tengan en cuenta que si llueve, la ruta Mercedes-Carlos Pellegrini es transitable unicamente en 4x4, por lo que en muchos casos se recomienda dejar el auto en Mercedes y tomar un transfer a Carlos Pellegrini.
Eso fue justamente lo que hicimos nosotros... no habia pronóstico de lluvias, pero no nos queriamos jugar a que a la vuelta justo cambiara el clima y quedarnos varados! asi que dejamos nuestro autito en la YPF de Mercedes y nos subimos a una camioneta que nos fue a buscar ahí mismo.



La Reserva fue la mejor noticia que recibió el ecosistema de Iberá, ya que a principios de los 80, varias especies estaban en peligro debido a la caza indiscriminada. Hoy, animales como el yacaré, el lobito de río, el aguará guazu (especie de zorro) se han recuperado bien. Y se está trabajando en reinsertar otras que están extintas en la zona.



Lo que nos gustó escuchar de boca de locales, es que al momento de proteger Iberá con la Reserva, se les ofreció a los hombres que se dedicaban a la caza de animales un nuevo trabajo: guardaparques. No es maravilloso? como nos contaba Máximo (el chico que nos llevó de Mercedes a Carlos Pellegrini), los locales no cazaban para divertirse... era su único medio subsistencia. Por lo que había que encontrar un nuevo modo de vida para ellos... y se encontró el mejor!



Lo que nos gustó ver es que al menos por el momento, el turismo sustentable vive en Iberá. Gracias a la creación de la Reserva, los mismo pobladores de Pellegrini empezaron a tomar conciencia del valor inmenso que tiene la zona donde nacieron y se criaron... y el turismo ayudó a crear muchos puestos de trabajo e incluso a una mejora social. Muchos jóvenes que empiezan como jardineros en una posada, se van formando y en unos años son guías certificados, con un conocimiento en aves, fauna y demás que deja boquiabiertos a los especialistas! Y pasa que a pesar de que Pellegrini es muy chiquito, bien vida de pueblo, los jóvenes no se van. Se quedan y trabajan allí mismo, donde nacieron.



Pero todo lo que les conté hasta ahora no es más que el marco ideal para que cualquier viajero que llegue a Iberá se deje maravillar por estas "aguas que brillan" (eso es lo que significa Iberá en lengua guaraní).



Y así, uno se aventura en paseos en lancha  para avistar aves y fauna con un guía local que emociona con la pasión con la que te comparte su mundo



Disfrutamos con el vuelo de una garza, el color de un federal, el grito de un chajá cuidando celosamente su nido o paseando en familia





y de pronto, una de la estrellas de Iberá, el yacaré que lo único que hace es calentarse al sol... pero que con su aspecto prehistórico nada agradable te da "cosita"




Y la corzuela y el ciervo de los pantanos, que anda en los bañados como nada!



y los carpinchos? el roedor más grande del mundo, un poco tonto, pero super simpático... Vimos tantos que ya al final ni le sacábamos fotos!



Y los atardeceres soñados, y...tanta vida, tanta naturaleza fluyendo... es apasionante!



Fui bastante "cargada" y juro que aunque hubo momentos en que intenté pensar en toooodo lo que había dejado en Buenos Aires... no podía!! el vientito en la cara solo me dejaba pensar en el nombre del último pajarito que habíamos visto, si aquel yacaré era negro u overo, o qué almorzaríamos después de la bicicleteada...



Doy fe que en Iberá, las aguas brillan... tanto, que calientan el alma, mi alma viajera.

Espero hayan disfrutado las fotos.  Que tengan un lindo fin de semana!


** En la próxima entrega, les cuento un poco mas de las actividades, opciones para hospedarse, etc... por si se tientan y se hacen alguna vez una escapada!

Más info:
Como llegar: además de vía Mercedes, se puede llegar desde Posadas, Misiones. La ruta que la une a Carlos Pellegrini está en peores condiciones que la de Mercedes, pero con un traslado de un local que conozca bien, no hay mayores problemas excepto demoras si hay fuertes lluvias. De esta manera se lo puede combinar con las Cataratas deIguazu, qué mejor que unir en un mismo viaje las "aguas que brillan" (Iberá) con las "aguas grandes" (Iguazu)?!
Iberá en verano: la zona del Litoral es MUY cálida en verano, por lo que hay que estar preparados a días calurosos y húmedos. En general, la actividad comienza bien temprano y se duerme la siesta. Los animales estan reparados del sol y ni se ven a esas horas donde el sol está a full! Hay que llevar si o si repelente de insectos y se pueden ver víboras (se dan cuenta por qué fuimos en Agosto no?!)
http://www.corrientes.com.ar/esteros-ibera.htm
http://www.ibera.gov.ar/index.html

**Todos las fotos by Vero Palazzo... y J!