En este post les contaba de dos adquisiciones que nos pusieron muy contentos y también nos mantuvieron ocupados, tanto a marido como a mí.
El baúl ya se hizo presente, totalmente renovado, por acá.

Y ya era hora de que entrara en escena ella, nuestra nueva mesa ratona:




La compramos en Tigre, es de maderas de demolición/recuperadas. No estaba "lista para usar", asi que hubo que lijar bastante, emparejar un poco el color/los colores... pero básicamente la dejamos con la onda original.
Para el desafío living de bla-d, les contaba que "me urgía" cambiar la mini mesa que teníamos (muy chiquita, oscura). Y por suerte conseguimos lo que queríamos. Aquí se ven las dos:


No les parece que cambió la onda un montón? Supongo es por el color y la onda más rusticona de la madera, que le da un aire más relajado y luminoso al living.
Es interesante ver como el cambiar un solo mueble, te hace variar también la disposición de los adornos. Y hasta mi kokedama se luce más!




Creo que el  tamaño es ideal para ese espacio. Es la mesita perfecta para pasarla super bien en una cena relajada con amigos, para tomarse un cafecito frente a la chimenea, en fin, es la mesa ratona que nos estaba esperando!