Para los que vivimos en el llano, pasar unos días entre las sierras siempre es un buen plan. Córdoba, con la cantidad de lindos lugares que tiene esta provincia, siempre es un buen plan. En Otoño, y sumando unos días más al clásico fin de semana largo de la Semana Santa, es EL plan.


La verdad que con J no somos amigos de grandes aglomeraciones de gente. Hace rato evitamos salir los fines de semana largos, a la costa vamos fuera de temporada y así... Qué hacíamos entonces organizando escapada en Semana Santa?! Había un gran motivo y era encontrarnos con mis cuñados y sobrinos (viven en USA) en medio de las Sierras. Este gran motivo se convirtió en excusa para tomarnos los días previos y terminar recorriendo media provincia :)
Nos encontrábamos todos en Asochinga, pero antes fuimos solos a Traslasierra, zona que nos encanta. Estuvimos dos veces anteriormente, y siempre lo pasamos tan bien!


Fuimos por Autopista y nuestro primer stop fotográfico fue en Alta Gracia y sus Estancias Jesuíticas. Era lunes, estaba cerrado, pero la Iglesia estaba abierta, buen augurio de Semana Santa. En otro viaje hace muchos años con amigas recorrimos este asentamiento jesuita con toques rosados. Vale la pena, tanto que es Patrimonio Mundial de la Unesco.



Aunque me encanta el paisaje serrano... eso no quiere decir que no me maree atravesando las sierras! Sobre todo saliendo de Alta Gracia y tomando el Camino de Altas Cumbres, muy sinuoso, no la pasé taaan bien. Pero enseguida se pasa y lo único que importa es ése cielo azul donde se recortan las sierras y ya en nuestro destino, el bello Champaquí.


Nos alojamos en San Javier,  en la Posada Rural La Matilde, un lugar tan especial y lindo, que lo dejo para un próximo post. Tantos  detalles cuidados en la deco, el entorno, las vistas... merecen exclusividad.

Mientras paseábamos, pasamos por otras dos lindas opciones en la zona.
La Reserva de Punta Piedras, Hostería Serrana; una casona antigua en La Población, que perteneció originalmente a unos irlandeses y que hace unos años fue renovada y convertida en Hostería. Tiene muchos muebles y objetos con historia, reciclados y recuperados con mucho amor por su dueños (hace tiempo compartí taller de Intervención de Muebles con Marilyn, la que soñó con este lugar. Un placer conocerlo finalmente).


Visitamos la Bodega Noble de San Javier (hay una movida vitivinícola interesante en San Javier) y el dueño, como vio que nos gustaban los detalles antiguos y objetos recuperados, nos invitó a pasar al sector de alojamiento, que es la Hosteria Las Jarillas. No vimos los cuartos, pero las áreas comunes tienen mucho encanto, cantidad de objetos recuperados y una pileta INCREÍBLE con vista al valle y sus viñedos.






Y sí, sepan comprender... además de curiosos, mi profesión original, la misma que J sigue ejerciendo, nos hace doblemente chusmas cuando de hoteles se trata :)
También nos dimos tiempo para pasear por los lugarcitos deco de San Javier, Yacanto y La Población. Compramos aceite de oliva en Olium (qué rico es, el de finas hierbas, el de albahaca... todos!!) y volvimos a uno de mis preferidos, Molino Aguada. A metros del camino que sube al Champaquí desde la plaza de San Javier, encuentran este lugar donde hacen papel reciclado, fieltro y teñidos con tintes naturales... y sobre todo te reciben siempre tan cálidamente! Si son de la zona o alguna vez van por varios días, averigüen por sus talleres.



Tampoco faltó caminata, un poco de río y picadita, esta última en Las Violetas. Otro lugar que repetimos, porque todo es riquísimo, estás rodeado de naturaleza y también porque el dueño es muy buen anfitrión (de hecho, también tiene unas cabañas lindas, las conocimos la vez anterior).






Todo esto (más lo que se viene de La Matilde, un destino en sí mismo) fueron sólo dos días en Traslasierra!! Así somos, viajeros movedizos :)
Todavía nos faltaba volver a cruzar las Altas Cumbres y llegar a Ascochinga, donde esperaban cuñados y sobrinos. Después de varias horas, finalmente llegamos a otro lugar soñado.


Perdida en medio de las sierras, tras un rato de camino de tierra/piedras, llegamos a esta casa con aspecto de mini pueblito de cuentos que la familia de mi concuñada ha alquilado varios veranos, y esta vez, unos días de Otoño.
Colores pasteles, diseño de Bustillo y un lugar privilegiado... pero lamentablemente, falta de mantenimiento por parte de sus dueños.  No hay luz a la noche porque se apaga el generador, hay que poner leña para bañarse y muchos detalles... que la verdad, no cuentan porque lo pasamos tan tan lindo! A mi y a J nos reciben siempre tan bien!
Nos divertimos mucho, y comimos mucho! Super rico y casero (los scons del té, memorables). No hay tele, no andan los celulares... es puro contacto con la naturaleza y con el otro. Ni más ni menos. Mi concuñada cordobesa ama ir, ama que sus hijos vayan... y yo la entiendo tanto! Gracias cuñi por invitarnos!!






Lo pasamos divino, fuimos un par de veces al río (agua helada! sólo los chicos fueron valientes!), compartimos lindos momentos con sobrinos y como ven, saqué muchas fotos! :)
Desde Ascochinga, visitamos Santa Catalina, otra estancia jesuítica que también es Patrimonio de la Humanidad junto a Alta Gracia, otras estancias y la Manzana Jesuítica de ciudad de Córdoba.


Eramos muchos, y era difícil organizarse! Pero una tarde logramos arrancar y fuimos a Ongamira, el camino fue largo pero super lindo y fuimos a tomar el té una casita de té divina, a la que se llega bajando una montaña y atravesando un vado con bastante agua... Nos animamos, cruzamos y nos encantó! Se las recomiendo si andan alguna vez por allá: A Orilla del río. Tienen también una cabaña que no entendimos como se llega, de lo perdida en las Sierras que se ve! Debe estar muy bueno. Nos quedó pendiente visitar las Cuevas de Ongamira, unas grutas de arenisca cementada de color bien rojizo.





No pudimos haberlo pasado mejor!! Anduvimos mucho, pero cada kilómetro valió la pena.





Qué bien vienen estas escapadas! Qué linda sos Córdoba!

Buen fin de semana!



Más info:
http://www.cordobaturismo.gov.ar/