He pintado cantidad de objetos y muebles de blanco, pero siempre siempre me sorprendo para bien de lo que cambian las cosas, de la luz que ganan y de lo delicadas que se vuelven, sobre todo si vienen bastante oscuras como fue el caso de un espejo y un juego de sillas.


Laura llegó a mí por recomendación de una amiga de ella, que comparte taller de pintura con una amiga mía. El boca a boca que le dicen (Gracias María!). 
Tenía un juego de sillas de hierro que ella misma había patinado en un azul noche, unos portavelas también de hierrlo y el espejo, mismo tono con detalles en plata. Como ahora se muda, quería darle una lavada de cara a todo, y sin tener lugar para repintarlo ella misma, llegó a VP.
A los pocos días de haberle pasado el presupuesto y sugerencias, me trajeron todo con su marido. Y en otros pocos días, cada cosa fue ganando mucha luz!

En las fotos no se nota mucho, pero las sillas se patinaron en uno tono piedra. Quedaron muy delicadas! Sé que Laura mandó a hacer nuevos almahadones para re-estrenarlas.





También de hierro tenía unos portavelas, que patinamos en el mismo tono y le di un toque de dorado
en los detalles circulares/de unión. 



Para el final, lo que más me gustó hacer: un espejo con un marco divino! Fue un desafío porque no soy muy fan del dorado... y Laura si bien quería algo dorado para levantar me pidió sea leve, delicado! Y creo quedó lindo, dorado en su justa medida :)




Se siguen sorprendiendo tanto como yo del poder del blanco?! Esta vez me ayudaron un poco ciertos destellos dorados. Y el resultado (salió con rima!) fue genial.
Gracias Laura por haberme confiado esta renovación! Feliz estreno de casa con muebles y objetos blancos y luminosos!

Espero les haya gustado! Buen Martes!