Con todo lo que llovió esta primavera, el jardín de casa está divino. De a poco se va cubriendo los cercos y llenando de verde nuestra vista.

Pero además, el jardín me regala flores para que también el interior de la casa se contagie de verde y ricos aromas!


Las rosas no son la flor que más me gusta, pero estas rositas rococó blancas, me encantan! y les tengo muucho cariño porque la planta me la regaló mi cuñada (la mujer de mi hermano) y vivió feliz en maceta, y luego más feliz (y gigante!) en tierra. Hace mucho que nos acompaña y nos regala muchas flores, a pesar de que la podo totalmente a ojo cada invierno!



Me encanta mezclarlas con este arbusto que se llama dodonea, bien rusticón y que da en esta época esas mini florcitas entre moradas y verdes. Y en esa jarrita vintage que era de mi bisabuela (gracias ma!) quedan divinas.




Y los demás floreritos de la casa, se llenaron de jazmines!!! Sí, el jazmín del cabo está a full, regalando esto:



 
 
 

Con flores -propias o compradas al florista amigo-, nuestras casas siempre son más lindas!

Buen jueves!