Hay cantidad de lugares en el mundo que te dejan con la boca abierta. Estuve en muchos, y me quedan tantísimos más por conocer... pero al menos para mí, la Sagrada Familia, obra del GENIO con mayúsculas de Gaudí es sin dudas una de las maravillas del mundo... desde lo estético, desde lo conceptual y me animo a decir espiritual, es maravillosa.

En nuestro viaje a Europa del año pasado fuimos a Barcelona un fin de semana. Básicamente para pasar tiempo con unos amigos que queremos un montón y hace años viven allá. En pleno Junio y después de haber estado trabajando en Londres, J quería un fin de semana tranquilo y en lo posible un poco de playa. Así que el sábado fuimos juntos a Sitges con previa parada en el divino Mercantic (sí, mis amigos me conocen :)). No nos iba a dar el tiempo para mucho en la ciudad de Barcelona, por lo que desde que planeamos ir, supe que quería volver a la Sagrada Familia. Por suerte nuestros amigos con su hijito se coparon con el programa. Así que la disfrutamos todos juntos el domingo y para mí fue de las más lindas experiencias de ése viaje.



Antes de contarles mi experiencia personal, algunos datos: 
La Sagrada Familia, es una basílica católica de Barcelona, diseñada por el arquitecto Antoni Gaudí. Iniciada en 1882, todavía está en construcción. Es la obra maestra de Gaudí, y el máximo exponente de la arquitectura modernista catalana. 
Si bien Gaudí no fue el arquitecto designado desde el principio, diversos hechos hicieron que al poco tiempo, y con sólo 31 años le ofrecieran hacerse cargo de esta obra. Aceptó y trabajó en ella durante 43 años, dedicando los últimos 15 años de vida prácticamente en exclusiva. 
Gaudí concibió la Sagrada Familia a partir de la tradición de las catedrales góticas y bizantinas. Con la arquitectura y la belleza del edificio quería expresar las creencias cristianas, y comunicar a todo el mundo el mensaje evangélico. Consiguió una simbiosis entre forma y simbolismo cristiano, con una peculiar arquitectura generada por estructuras, formas y geometrías nuevas pero de gran lógica e inspiradas en la naturaleza, con un importante protagonismo de la luz y del color.
La Sagrada Familia supone la síntesis de toda la evolución arquitectónica del genial arquitecto. 

En su afán de superación de los defectos que encontró en el sistema estructural gótico, Gaudí quería crear una nueva arquitectura, con estructuras equilibradas y autorresistentes. En su obrador experimentaba y definía mediante maquetas las soluciones constructivas que tenía que aplicar en la obra. Esta forma de hacer la prosiguieron todos sus sucesores y todavía ahora se practica en la oficina técnica del templo. La Sagrada Familia es y ha sido un reto constructivo: es uno de los laboratorios de construcción más grandes del mundo.


Para dimensionar la importancia de la Sagrada Familia, la obra que realizó Gaudí (la fachada del Nacimiento y la cripta) fue incluida en 2005 por la Unesco en el Sitio del Patrimonio de la Humanidad. Es uno de los monumentos más visitados de España, junto al Museo del Prado y la Alhambra de Granada, y es la iglesia más visitada de Europa tras la basílica de San Pedro del Vaticano.

La Sagrada Familia es una iglesia de cinco naves con crucero de tres, que forman una cruz latina. En el extremo superior de la cruz se sitúa el ábside, de forma semicircular, que cierra la basílica por detrás. Además, la basílica consta de tres fachadas monumentales: cada una representa uno de los tres momentos culminantes de la vida de Jesucristo: su nacimiento (calle Marina), su pasión, muerte y resurrección (calle Sardenya), y su gloria, presente y futura (calle Mallorca).




Nuestros amigos ya habían sacado la entrada con anterioridad (cosa que les recomiendo) nos dedicamos primero a la Fachada del Nacimiento, por donde se accede actualmente y que para mí no puede ser más hermosa.



Al estar dedicada al acontecimiento gozoso del nacimiento de Jesús, esta fachada presenta una decoración donde todos los elementos son evocadores de la vida. Se centra en la faceta más humana y familiar de Jesús, con una amplia profusión de elementos populares, como herramientas y animales domésticos. Orientada al nordeste,  recibe el sol del amanecer, lo que refuerza la idea de vida y alegría vinculada al nacimiento, en contraposición a la fachada de la Pasión, que representa la muerte de Cristo y recibe por tanto la luz del ocaso.

Esta decisión de cómo orientar cada fachada y por qué, es una constante en cada mínimo recurso, en cada mínimo adorno, en cada color elegido... todo pasaba por la cabeza de Gaudí. Y sin dudas por su corazón. Miren si no estaba todo su ser comprometido con esta obra:
La fachada del Nacimiento fue la elegida por Gaudí para dar una idea global de la estructura y decoración del templo: como era consciente de que no podría terminar el proyecto en el transcurso de su vida, en vez de ir construyendo el templo en su conjunto de forma lineal prefirió construir una fachada completa en toda su verticalidad, para dar una muestra completa de cómo debía ser el resto. Escogió esta fachada por ser, en su opinión, la que podría ser más atractiva para el público, fomentando así la continuación de la obra tras su muerte



Finalmente, entramos y justo cuando piso el interior de la Basílica, se escucha el Ave María. No les puedo describir la emoción que sentí... no hay palabras, me caían las lágrimas y no las podía frenar. J me abrazaba, nos miramos con nuestros amigos... y los contagié a todos! La emoción fue tan intensa que me sigue contagiando hoy, mientras escribo. Esa atmósfera de colores que soñó Gaudí junto con el Ave María fueron la mejor bienvenida para mi alma, que aún rodeada de cientos de turistas, sintió que ése fue un regalo muy especial y único. De esos momentos viajeros hermosos que voy a recordar por siempre.




En el interior, Gaudí evolucionó de un primer proyecto gótico hacia un estilo personal, orgánico, inspirado en las formas de la naturaleza: para librarse de los contrafuertes góticos, ideó el uso de columnas en forma de tronco de árbol y que convierte el interior de las naves del templo en un espacio orgánico que semeja un bosque. Gaudí indicó que la luz en el interior del templo debía ser armoniosa y resaltar la plasticidad de la nave, y que, sobre todo, tenía que inducir a la introspección y al recogimiento espiritual.

Fue hermoso poder verlo, ya que la vez anterior estaban trabajando en la nave central. Esta vez, 10 años después, pudimos admirar ¨el luminoso bosque¨.





Gaudí tenía dos fuentes de inspiración: el mensaje cristiano y la naturaleza. La primera está directamente ligada a las sagradas escrituras, la tradición y la liturgia. La otra deriva de la observación de la naturaleza, que le proporcionó una base conceptual y metodológica. Gaudí no copiaba la naturaleza, sino que analizaba el funcionamiento de sus elementos para extraer nuevas propuestas estructurales y formales que aplicaría a la arquitectura.



Decía Gaudí que el color es expresión de vida, y por ello quiso que estuviera muy presente en la Sagrada Familia. Lo encontramos, entre otras partes, en el ciprés de la fachada del Nacimiento, en los pináculos y en los diferentes terminales de las torres y edículos del templo, en forma de atributos episcopales, de frutas, de espigas de trigo y de uvas, hechos con fragmentos de vidrio veneciano y con cerámica esmaltada de colores varios y con ladrillos, piedra, etc.




Finalmente, fue tiempo de salir y continuar admirando el resto de esta imponente Basílica, esta vez desde la fachada de la Pasión

Dedicada a la Pasión de Jesús, pretende reflejar el sufrimiento de Cristo en su crucifixión, como redención de los pecados del hombre. Por ello concibió una fachada más austera y simplificada, sin ornamentación, donde destacase la desnudez de la piedra, que semejase un esqueleto reducido a las líneas simples de sus huesos. Los grupos escultóricos del ciclo pasional de Jesús son obra de Josep Maria Subirachs, que ideó un conjunto simple y esquemático, con formas angulosas que provocan un mayor efecto dramático. 





Se tiene una buena vista de esta impactante portada desde la Plaza de la Sagrada Familia, justo enfrente. Pero a mí me gustó más la Plaza Gaudí, cruzando la calle Marina. Tiene una vista muy linda hacia la Fachada del Nacimiento. En cualquier cosa, ambas plazas permiten alejarte un poco y cobrar real dimensión de lo que acabás de vivir en esta Iglesia tan especial...



Aunque en general sus coetáneos no lo comprendieron, Gaudí desarrolló el lenguaje arquitectónico que lo ha hecho universal y hoy nadie duda de que es un personaje esencial de la arquitectura del siglo XX. Los métodos de Gaudí, un siglo después, continúan siendo revolucionarios.
En lo que a mí respecta, cada detalle que ves, cada dato que lees sobre su construcción, te revoluciona el alma...

Se espera que la Basílica esté finalmente terminada en el 2026. 
Ojalá se pueda terminar, y ojalá que la luz y los colores de la Sagrada Familia me vuelvan a emocionar alguna vez más. Pienso volver a Barcelona, así que seguro se va a dar.



Que tengamos un lindo y luminoso Martes!



Más info:
Sagrada Familia

Hay varias opciones de visita, nosotros la vez anterior ya habíamos subido a las torres, así que esta vez sacamos el ticket básico. Podés ver las opciones acá:
**lo recaudado por las entradas, se utiliza para continuar con la construcción

Antoni Gaudí
Hombre de fe, gran observador de la naturaleza, arquitecto genial, Antoni Gaudí se ha convertido en una figura universal de la arquitectura moderna: su aportación a esta disciplina comportó una rotura de los esquemas establecidos, tanto en la forma como en los sistemas constructivos y estructurales de sus edificios, fruto de una metodología propia, única y sin precedente.

No se pierdan en Barcelona otras obras maravillosas de Gaudí como:
Casa Batlló


** Tenés Instagram?! Todos los martes son #martesdewanderlust gracias a la genial ideal de mi amiga Pepi de Dos Pasaportes. Subí tu foto y experiencia viajera... y viajemos virtualmente por este maravilloso mundo.