Hice una seguidilla en Instagram con la flor increíble que me regaló esta suculenta... y no pude evitar sacarle algunas muchas fotos. Sepan disculpar...


Estas dos kokedamas van a cumplir un año. Las hice el año pasado en uno de los workshops de Compañía Botánica, el de kokedamas-jardín vertical (by the way, hiper recomendable cualquier workshop de las chicas, ya hice dos!)
Mi jardín vertical con el tiempo pasó a horizontal, y sobre un trozo de madera patinada es el centro de mesa en la galería. Supongo habré elegido esta suculenta cuando armamos las kokes en el workshop porque no la tenía y porque es bastante diferente a otras que ya había en casa. Jamás me imaginé que daba una flor así!
Hace unas semanas, a la vuelta de las vacaciones, nos recibieron los primeros pimpollos, y después la flor.



De todos los pimpollitos, sólo salieron dos flores. Los otros se fueron cayendo... Supongo que quitaban toda la energía estas dos flores divinas y enormes!





No es increíble el color? la forma, todo? Me tiene enamorada, aún cuando ya les queda poco y se empiezan a marchitar. Aún así, son bellísimas!




Feliz de esta regalo de parte de mi kokedama, feliz de poder disfrutarla. Nada como dejar que la naturaleza nos sorprenda!